Cada vez se nos muestran más reportajes, documentales, realitys con África como decorado. El abuso de los famosos limpiándose su conciencia a base de fotografiarse con niños africanos empieza a ser un síntoma que debería alarmarnos. Yo casi me pondría enjundioso y escribiría con énfasis: sacar vuestras cámaras de África. Pero vamos a intentar mantener la calma, entender que se trata de un continente que puede ser el futuro, ya que los otros cuatro están ya suficientemente explotados. Por ello, mantenemos una actitud reservista, para no dejarnos llevar por esta exhaustiva campaña turística tan sospechosamente cargada de buenas voluntades.

En la noche del domingo en Cuatro, vimos una nueva entrega y una repetición con Uganda como fondo de la versión de «Callejeros» más viajera. Mantiene un tono que si se mira con ojos críticos, es en muchos momentos inadmisible, pero supongamos que aceptamos esa circunstancia como un estilo del programa, que trata de hacer normal, lo que es extraordinario y que con la buena intención de ser cercano a los lugareños, acaban siendo neo-exploradores con ínfulas de superioridad racista de baja intensidad. Las escenas vistas con los pigmeos desplazados de sus lugares, afectados por diversas plagas occidentales como el alcoholismo, rechinaban. Quizás fueron trozos sobrevenidos, sin preparar, pero nos producían acidez de estómago. ¿A qué venía mostrar esas imágenes tan «simpáticas» y denigrantes?

Pero en una de las entregas su misión era ver a los chimpancés. Una expedición a las montañas limítrofes con otros países del centro de África, en busca de un acercamiento, a pocos metros, con estos animales que viven, se entiende, en un estado salvaje de libertad condicionada. De todas las peripecias sufridas por el equipo y el guía burgalés, nos quedamos con una realidad: existen expediciones cotidianas y programadas de turistas. Vale unos trescientos euros entrar en la zona más crucial. Y lo consideran caro. Pero allí vimos a mayores alemanes, catalanes en familia, y extranjeros varios que buscan una foto con un chimpancé escoltados por soldados ugandeses con fusiles kalasmikov. Si Chita levantara la cabeza.