Una sociedad ilusionada que reclama soluciones

El estudio que hoy publicamos en estas páginas, consistente en el análisis pormenorizado de la encuesta que el CIS hizo a principios de noviembre, muestra a una sociedad esperanzada y comprometida con el nuevo tiempo político, y que precisamente por ese motivo pide que se den pasos para asentar el escenario abierto por la decisión de ETA de cesar definitivamente sus acciones armadas. Un anuncio histórico al que la inmensa mayoría de la ciudadanía de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa otorga credibilidad, incluyendo a un buen número de votantes del PP.

Entre todas las conclusiones del estudio, hay algunas que merecen ser destacadas y que, sin duda, llamarán la atención en las sedes de todos los partidos. Así, los ciudadanos y ciudadanas vascas creen, de forma abrumadoramente mayoritaria, que el Gobierno español debe hablar con ETA, y también que los presos políticos vascos deben ser «acercados» –así fue formulada la pregunta por el Centro de Investigaciones Sociológicas–, una convicción que mantiene casi un ochenta por ciento de los votantes del PSE. Asimismo, son más los que creen que no deben ponerse condiciones a la aplicación de beneficios penitenciarios a los prisioneros vascos, que son sometidos a una política penitenciaria de excepción que también es ampliamente rechazada. Más allá de la situación de los presos, aquellos que apuestan por la legalización de todas las expresiones de la izquierda abertzale son cuatro veces más que quienes opinan lo contrario, y es igualmente mayoritaria la opinión de que en un contexto de paz debería celebrarse un referéndum de autodeterminación. No solo lo creen los ciudadanos vascos, también los catalanes.

Son datos elocuentes y contundentes, que deben ser tenidos en cuenta por todos los agentes políticos e institucionales, especialmente el Ejecutivo de Mariano Rajoy, interpelado por las respuestas de los encuestados. Haría bien en darles una respuesta positiva, pues la sociedad vasca tiene las cosas más claras que nunca.