El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, denunció ayer que la violencia en Siria persiste pese a la presencia de la misión de observadores árabes, y anunció que estos presentarán esta semana un informe sobre la situación en el país, en el que grupos opositores se enfrentan a las tropas del gobierno tras varios meses de revueltas. Según publicó la agencia Efe, Al Arabi afirmó que está previsto que el jefe de la misión de observadores árabes, el general sudanés Mohamed al Dabi, llegue a finales de la semana a El Cairo para presentar allí un informe sobre el trabajo de este grupo.

En principio, según declaró El Arabi, el régimen de Bashar Al Assad se habría comprometido a retirar el Ejército de las ciudades, así como a permitir el despliegue de una misión de observación. Sin embargo, este pacto no ha logrado detener la violencia. Por una parte, la Liga Árabe ha denunciado la existencia de francotiradores, aunque no aclara quién es el responsable. «El último informe telefónico indica que hay disparos en diferentes lugares, lo que hace difícil decir quién está disparando a quién», señaló el secretario general, que instó al gobierno sirio a que «cumpla plenamente» con lo prometido.

Sin embargo, los ataques no proceden únicamente del Ejecutivo sirio. Militares que han desertado y que se agrupan en torno al Ejército Libre Sirio están lanzando operaciones armadas contra los uniformados leales al régimen. Ayer, un grupo de soldados habría sido capturado en Kafr Haya por estos insurgentes después de un enfrentamiento que habría causado varias víctimas.

Liberación de presos

Por el momento, la misión árabe ha anunciado la liberación de 3.484 prisioneros y ha logrado que se permita el paso de alimentos a Homs, uno de los bastiones de los rebeldes.

Los enviados árabes se han desplegado en algunas zonas de Damasco y han visitado lugares como Homs, Hama, Deraa o Idlib. Por el momento hay 70 observadores en seis ciudades aunque podrían enviarse más.