El presidente boliviano, Evo Morales, solicitó al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, la adhesión del país andino a la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961, aunque formuló una reserva para reconocer las propiedades medicinales y culturales de la hoja de coca.

«El requisito de la Convención Única de Estupefacientes de 1961 (que dice que) `la masticación de la hoja de coca debe ser abolida' es incompatible con el artículo 384 de la Constitución de Bolivia, que protege la hoja de coca como parte de su patrimonio cultural y establece que en su estado natural no es un estupefaciente», dice la reserva formulada por Morales.

Además señaló que «dicho requisito vulnera los derechos indígenas reconocidos en la Constitución boliviana».