El yerno del rey español, Iñaki Urdangarin, y su socio, Diego Torres, percibieron del Instituto Nóos 5,8 millones de euros entre 2004 y 2007, una cantidad equivalente a la que esta entidad, de la que eran presidente y gerente, respectivamente, obtuvo en fondos públicos a través de los Gobiernos valenciano y balear.

Así lo pone de manifiesto la documentación que obra en la pieza separada del caso Palma Arena en la que se investigan las actividades del Instituto Nóos, a la que ha tenido acceso Efe y sobre la que el juez de Palma José Castro ha imputado a Urdangarin, al que tomará declaración el próximo 25 de febrero. El total de 5.810.120,28 euros que precibieron es prácticamente idéntica a los 5.804.533,90 euros abonados por la Generalitat valenciana y el Gobierno de las Islas Baleares.

La Fiscalía Anticorrupción basa la imputación de malversación a Iñaki Urdangarin en el hecho de que, como presidente del Instituto Nóos, entidad supuestamente sin ánimo de lucro, encargó trabajos a sociedades de su propiedad, con lo que «se subcontrata a sí mismo». Así lo asegura la Fiscalía en un informe fechado el pasado 2 de noviembre, en el que se detallan los indicios incriminatorios contra el yerno del rey a partir de facturas emitidas por el Instituto a favor de Nóos Consultoría y de la inmobiliaria Aizoon, respectivamente.

Fondos a Belice y Gran Bretaña

Además, la Fiscalía Anticorrupción sospecha que Urdangarin y Torres crearon una «estructura societaria» en Belice y Gran Bretaña que usaron supuestamente para desviar al menos 909.940 euros del Instituto Nóos.

Por otro lado, la investigación ha desvelado que Urdangarin negoció en el palacio de Marivent con el expresidente del Govern balear, Jaume Matas, durante una reunión celebrada en setiembre de 2003 para que el Ejecutivo autonómico patrocinara un equipo ciclista, según el ex director general de Deportes de las islas, José Luis «Pepote» Ballester.

Urdangarin le propuso inicialmente su idea de patrocinio del equipo Banesto a Ballester a principios del verano de 2003 y posteriormente se reunió de nuevo con él y con Matas en la residencia de verano de la familia real en Palma, para explicarle al presidente autonómico la propuesta. Ballester reveló la reunión en su declaración ante el juez instructor del caso Palma Arena y explicó al magistrado que no puso en duda la oferta de Urdangarin, «dada su posición en el mundo del deporte y perteneciendo a la familia real».