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Los republicanos inician en Iowa la carrera por la Presidencia

Los «caucus» republicanos del estado de Iowa, han dado inicio a la carrera por elegir al candidato que el partido presente a la Presidencia de Estados Unidos. Con las opciones divididas en siete alternativas, los republicanos se debaten entre respaldar las posturas más conservadoras y populistas o elegir al mejor situado para enfrentarse a Barack Obama.

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La atención de Estados Unidos se dirige desde ayer hacia el estado de Iowa, donde un puñado de electores decide las posiciones de salida de los candidatos republicanos a la Presidencia. Entre 120.000 y 150.000 electores republicanos participan en 1.774 «caucus», asambleas de electores en escuelas, bibliotecas, iglesias e incluso domicilios particulares.

Allí se desarrolla un diálogo informal entre los votantes con los representantes de los candidatos o, incluso, con los candidatos en persona, tras el que depositan su papeleta.

Aunque su valor es sobre todo simbólico, esta primera etapa de las primarias republicanas sirve para descartar a los candidatos peor valorados.

Siete candidatos concurren a la elección para enfrentarse al actual presidente Barack Obama, que será seguro candidato del partido demócrata.

Los sondeos indican que el exgobernador de Massachussets Mitt Romney parte como favorito, con un 24% de la intención de voto. Le sigue el congresista Ron Paul con el 22% y en un tercer lugar el ex senador Rick Santorum con el 15%, aunque en progresión ascendente. Con menores apoyos llegan a Iowa el expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, al gobernador de Texas, Rick Perry, y la congresista Michelle Bachmann.

El dilema de los republicanos estriba en optar entre escorarse hacia la ultraderecha y el Tea Party, y un candidato más a sumedida, o elegir al que mejor pueda enfrentarse a Obama. El alto número de opciones dividen aún más los votos, sobre todo porque algunos compiten en la radicalidad de sus posturas. El Partido Demócrata está convencido de que Romney será el candidato a batir.

Recelos en el ala derecha

Pero para conseguirlo deberá persuadir al ala derecha de su partido que aún lo ve con escepticismo, sobre todo por sus políticas en Massachussets, donde introdujo reformas educativas y puso en marcha una reforma del sistema sanitario. Trata de dar la imagen de buen gestor para una economía que atraviesa un periodo tormentoso. Esa imagen, sin embargo, sufrió un duro golpe cuando en un debate quiso apostar con uno de sus rivales 10.000 dólares, el equivalente a tres meses de sueldo de un estadounidense medio.

Ron Paul, al que muchos consideran el «padre espiritual» del movimiento derechista Tea Party, es ante todo un ultraliberal convencido, partidario de reducir al mínimo el tamaño del Gobierno, así como de volver al patrón oro, de abolir los impuestos sobre la renta y de la libertad de mercado. Su punto flaco ante los republicanos es su política exterior no expansionista y su oposición tanto a la guerra de Irak como a una eventual intervención en Irán. Hasta hace una semana, Gingrich era el candidato favorito a nivel nacional, pero la maquinaria del partido -y el dinero- se han puesto en marcha para evitar una opción tan arriesgada.

La aparente incoherencia entre sus valores conservadores y su vida personal marcada por infidelidades matrimoniales también han dado munición a sus críticos. Se le reprocha igualmente haber actuado como «lobbista» a sueldo del gigante hipotecario Freddie Mac, uno de los desencadenantes de la crisis financiera de 2008.

Santorum ha mejorado sus opciones con su perfil antiabortista y religioso. En cuanto a Bachmann, su retórica populista en favor de un Gobierno con las menos competencias posibles la ha convertido en uno de los ídolos de la corriente del Tea Party.

Perry se ha forjado una imagen de conservador que considera que el actual gobierno demócrata ha declarado la guerra a la religión, critica la presencia de homosexuales en el Ejército y quiere suprimir la reforma de sanidad que aprobó la administración de Obama. Jon Huntsman ha preferido concentrar sus fuerzas en el próximo paso de las primarias, en el estado de New Hampshire, el 10 de enero.

«Ocupa caucus» lleva a Iowa la protesta de los indignados

El movimiento «Ocupa caucus» ha llevado a Iowa las protestas de los «indignados» de EEUU contra los candidatos republicanos y la clase política en general por anteponer el interés de las grandes corporaciones al de la gente. El campamento de «indignados» de Des Moines, la capital de Iowa, instalado desde que «Ocupa Wall Street» comenzó en a expandirse por todo el país no pretende boicotear los «caucus», sino interrumpir las cenas oficiales a las que asistirán los aspirantes republicanos esta noche, para protestar contra los candidatos y contra todo el sistema financiero. El sábado la Policía detuvo a 18 personas en protestas contra las sedes de campaña. GARA

bombardear irán

El aspirante republicano a la presidencia de EEUU Rick Santorum aseguró ayer que si llega a la Casa Blanca estaría dispuesto a bombardear Irán si se niega a permitir la inspección de sus instalaciones nucleares.

La ultraderecha del movimiento Tea Party tiene dónde elegir

Con su estrella, la exgobernadora de Alaska Sarah Palin, fuera de la contienda electoral, el Tea Party se ve en parte reflejado en Michelle Bachmann, congresista por Minesota, con pocas opciones en Iowa. Su conservadurismo social, un cristianismo ferviente y duras críticas contra la carga fiscal, combinados con una retórica populista en favor de un Gobierno con las menos competencias posibles, sintonizan con el movimiento ultraderechista. También es visto con buenos ojos el tejano Ron Paul, considerado de hecho el «padre espiritual» del Tea Party por sus ideas ultraliberales, que reclaman un Estado con pocas competencias. Santorum también presenta un perfil afín: católico a ultranza, contrario al aborto, al matrimonio homosexual y partidario de reducir los programas de asistencia social. GARA

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