OLASO
Pascua
El rey español, que aunque nunca fue agraciado ni tuvo el don de la elocuencia, cada vez está más desmejorado, presidió junto a su hijo la Pascua Militar, un acto castrense en el que los españoles se encuentran con su auténtico ser. Les gusta desfilar, enseñar armamento y hacer alarde de lo que son: un estado que aspiró a imperio y que asiste angustiado a su desmantelamiento. No tienen futuro, pero les gusta hacer la pascua.