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Almodóvar y Urbizu optan a repartirse unos Goya previsibles

Pedro Almodóvar, por «La piel que habito», y el bilbaino Enrique Urbizu, por «No habrá paz para los malvados», acumulan la mayor parte de las candidaturas a los Goya, los premios del cine estatal. Unos galardones en los que echan a faltar títulos «más periféricos», que dieran mayor color al palmarés. El cine en euskara aparece casi de forma testimonial.

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M.Sancho Cardiel-A.E.| MADRID-DONOSTIA

Tras el anuncio ayer de las candidaturas a la 26 edición de los premios Goya, las miradas están ahora puestas en Pedro Almodóvar, como favorito por las 16 nominaciones que recibió «La piel que habito» y como hijo pródigo de la Academia de Cine, en la que acaba de reingresar tras años de desencuentros. «La piel que habito» se alza como favorita por delante de «No habrá paz para los malvados», de Enrique Urbizu (14 nominaciones) y la sorpresa de esta edición, «Blackthorn». La incógnita se despejará en la gala que se celebrará en Madrid el 19 de febrero.

¿Acudirá Almodóvar a la gala? «En mi ánimo está ir a los Goya, como dicen los católicos, Dios mediante», explicó en una conversación telefónica con Efe desde un hotel de Nueva York. «Considerando que estamos en un periodo de reconciliación con la Academia, lo adecuado es ir, porque además está todo el equipo nominado y es un modo de acompañarles», argumentó, pero se resistió a garantizar su asistencia. «Si te digo la verdad, en el último momento lo determinará si tengo o no dolor de cabeza», aseguró.

Esta vez, Almodóvar está más que orgulloso porque entre los nominados está un equipo de habituales. «Pepe Salcedo, un montador absolutamente extraordinario; Alberto Iglesias, que no es ninguna sorpresa, pero ha hecho un trabajo maravilloso; Alcaine (su iluminador), Elena (Anaya) y Antonio (Banderas), que es uno de los actores españoles más conocidos internacionalmente y no tiene un Goya todavía», explicó. «Nunca me he sentido agraviado por mí mismo, porque yo estoy más que premiado, pero he sentido frustración por los equipos con los que he trabajado, y no siempre han estado reconocidos».

Almodóvar, que ya venció en los Goya con «Mujeres al borde de un ataque de nervios», «Todo sobre mi madre» y «Volver» y se fue de vacío con «Átame» y «Hable con ella», compite por los premios de mejor película y director con «No habrá paz para los malvados», de Enrique Urbizu; «La voz dormida», de Benito Zambrano, y «Blackthorn», de Mateo Gil. Frente a la dramática claustrofobia de «La piel que habito», Urbizu acapara catorce nominaciones con un thriller expuesto al sol de justicia del extrarradio madrileño, Zambrano opta a nueve premios por su visión femenina de la posguerra en «La voz dormida» y Gil se atreve con el western crepuscular en «Blackthorn», que es finalista en once categorías.

«Algún premio caerá»

Urbizu se mostró ayer «muy a gusto» con las 14 nominaciones y auguró que «algún premio caerá». En declaraciones a Efe se mostró agradecido a los académicos por haber nominado una película «a priori tan dura, con un personaje tan árido» interpretado por José Coronado que hace, según el realizador, «un pedazo de trabajo». La película de Urbizu, que gustó mucho en Zinemaldia, opta en los principales apartados, tanto en el de Mejor Película, como en el Mejor Dirección, Mejor Guión Original (que comparte Urbizu con Michel Gaztambide) o Mejor Dirección de Fotografía (para Unax Mendia)

Pero «No habrá paz para los malvados» tiene su principal baza en la interpretación de Coronado como un policía heterodoxo, que se enfrentará a un vulnerable psicópata interpretado por Antonio Banderas en el filme de Almodóvar, al catalo-alemán Daniel Brühl de «Eva» -omnipresente en los apartados técnicos hasta lograr 12 nominaciones- y el habitual Luis Tosar por «Mientras duermes».

Respecto a nuestro cine, hubo algunas apuestas que casi parecían seguras, como «Olentzero eta iratxoen jauntxoa», que se quedaron fuera de las finalistas. No aparecía en la lista de candidatas a Mejor Película de Animación, aunque sí «Aita zonbia naiz» (Papá soy una zombie), una producción vasco-catalana dirigida por Ricardo Ramón y Joan Espinach que se estrenará el próximo mes de febrero.

También en animación, se «colaron» dos cortos vascos: «Birdboy», dirigido por el bilbaíno Pedro Rivero y el gallego Alberto Vázquez, y «Zeinek gehiago iraun» (Quién aguanta más), del conocido dibujante y cineasta donostiarra Gregorio Muro, un corto muy premiado durante su trayectoria festivalera. «Birdboy», por su parte, está basado en el cómic «Psiconautas» del propio Vázquez y editado por la editorial bilbaína Astiberri, y ha sido galardonado con más de tres premios en festivales internacionales. Fue preseleccionado asimismo para los Óscar.

Y en apartado de mejor cortometraje documental, en la terna de los finalistas «apareció» «Virgen negra», un trabajo producido por la donostiarra Haurralde Fundazioa y que trata sobre la salud sexual y reproductiva de las mujeres de Mozambique, dirigido por Raúl de la Fuente, realizador que dirigió «Nömadak Tx». Ni «Bertsolari», ni «Urte berri on, amona!», ni «Mugaritz BSO», ni «Arriya», ni «Bi anai» -todas ellas producciones vascas y, la mayoría, rodadas en euskara- pudieron validar las numerosas nominaciones a los Goya.

De nuevo, a las salas

«Blackthorn», el western de Mateo Gil, volverá ahora a los cines con 300 copias para disfrutar del «efecto Goya» y lo mismo sucederá con «La voz dormida», de Benito Zambrano, que ya sabía de su empatía con los académicos pues había entrado como precandidata a los Óscar. La adaptación del libro de Dulce Chachón ha colocado a muchos miembros del reparto en liza para varios premios: María León, actriz revelación -Michelle Jenner compite con ella, en la única candidatura de la película de Montxo Armendáriz («No tengas miedo»); Anna Wagener, actriz secundaria; Marc Clotet, actor revelación -en la lista también se ha colado el cómico televisivo José Mota, por «La chispa de la vida»- e Inma Cuesta, actriz principal. Inma Cuesta, encargada ayer de anunciar los finalistas, tiene dura competencia: Elena Anaya, por tomar el relevo de Penélope Cruz como musa de Almodóvar; Verónica Echegui, como tabla de salvación de «Katmandú» de Icíar Bollaín, y la mexicana Salma Hayek, por «La chispa de la vida», de Álex de la Iglesia.

Junto a Wagener, las nominadas a la mejor actriz secundaria son Maribel Verdú («De tu ventana a la mía»), Pilar López de Ayala («Intruders») y Goya Toledo («Maktub»). Al premio al mejor actor secundario opta el otro encargado de anunciar las nominaciones, Lluís Homar, por interpretar a un robot en «Eva», y compite con Juan Diego por el general Armada del «23F: la película», Raúl Arévalo («Primos») y Juanjo Artero («No habrá paz para los malvados»). GARA

OLVIDADOS

Los compositores Alberto Iglesias («La piel que habito») y Pascal Gaigne («Verbo») son finalistas en los dos apartados musicales. Álex de la Iglesia ha pasado a la categoría de los grandes olvidados, junto a «No tengas miedo», de Montxo Armendáriz, con tan solo nominaciones para sus intérpretes.

NOMBRES

Hay mucho vasco en el apartado técnico: el director de fotografía Unax Mendia (con Urbizu) y el director artístico Antxon Gómez y la maquilladora Karmele Soler (ambos en «La piel que habito»), por ejemplo. En animación, la presencia es importante, con nombres como Gregorio Muro.

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