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Igor Mera y Juanan Iriarte Miembros de ESK

Los renglones torcidos del Capital

Se va a producir un recorte especialmente grave y ruin: los programas de garantía de rentas, que son la última red de seguridad para evitar que la gente más empobrecida caiga en la miseria absoluta

Es difícil seguir la lógica de los acontecimientos que en política económica y monetaria se desarrollan en el conjunto de la Unión Europea. La euforia de los años de crecimiento macroeconómico y los rescates de la banca han dejado unos balances contables, en las cuentas públicas y en las privadas, en los que el endeudamiento es muy abultado. Ahora, mientras los bancos, rescatados del abismo con dinero público, cierran el grifo del crédito a la economía productiva y especulan a costa de la deuda pública, se impone el dogma de la austeridad.

Es el mismo credo que Yolanda Barcina y Patxi López siguen para los presupuestos de la CFN y la CAPV, respectivamente. Sus cuentas públicas para 2012 son un ejercicio de sumisión a los dictados del Gobierno de Madrid y de las instituciones europeas y económicas (FMI, BCE). Ambos gobiernos (UPN-PSN y PSE-PP) aplican el tratamiento impuesto por los mercados globales. Una dieta de adelgazamiento para dejar el ya de por sí incompleto y no universal Estado del Bienestar reducido a su mínima expresión. Abrir nuevos espacios al capital financiero, desregularizando los servicios públicos y convirtiéndolos en espacios privados donde amasar más beneficios en base al expolio de lo público.

Mientras se aplican dacronianos recortes del gasto corriente y de inversión que afectan al desarrollo de los principales pilares del Estado del Bienestar (educación, sanidad, servicios sociales, atención a la dependencia), hay partidas sagradas no afectadas por el recorte. Por una parte, ambos proyectos presupuestarios destinan ingentes cantidades de dinero al mantenimiento del negocio de la hormigonera con dinero público; de otra, la amortización anticipada de deuda pública se convierte en prioridad absoluta.

En ambos territorios se va a producir un recorte especialmente grave y ruin: los programas de garantía de rentas. Estos son la última red de seguridad que existe en nuestras sociedades para evitar que la gente más empobrecida caiga en la miseria absoluta. En el caso de la CAPV, a la recién aprobada reforma legislativa (cierra la puerta de entrada y ensancha la puerta de salida del sistema), se le suma un recorte del 7% de las cuantías a cobrar en los distintos conceptos; y el presupuesto destinado a Ayudas de Emergencia Social se congela, cuando las necesidades son cada vez mayores. En Nafarroa la renta básica pierde su carácter de derecho y pasa a ser prestación asistencial; prestación para cuyo acceso se endurecen los requisitos. Esto, sumado a otras modificaciones normativas, supone que en este territorio unas 4.000 personas quedarán fuera del sistema de lucha contra la pobreza (1.500 por no tener permiso de residencia, a pesar de estar empadronadas).

Hablar de gasto público sin tener en cuenta el presupuesto de ingresos es caer en la trampa que nos tienden. No se hace nada contra el fraude fiscal, que puede suponer 2.000 millones de euros en Hego Euskal Herria (en su mayor parte cometido por empresas y rentas altas). Además, quince años de contrarreforma fiscal han llevado a perdonar 6.000 millones de euros a empresas, rentas del capital y grandes fortunas. Largo tiempo perdonando impuestos a quienes más tienen, escasa voluntad de perseguir el fraude fiscal y el efecto que la crisis económica ha tenido sobre la recaudación presentan una difícil coyuntura que la clase política ha optado por resolver a favor del Capital.

Así, opta por reducir los presupuestos públicos, frente a la posibilidad de recaudar más gravando más a quien más tiene. Con menos ingresos, una gran presión en el mercado de la deuda pública (otro recurso en tiempos de crisis) y una ideología neoliberal, nuestra clase gobernante se ha convertido en experta en el arte del recorte.

Además de ser injustos, estos presupuestos no van a ayudar a salir de la crisis; por el contrario, van a llevar a la profundización de la misma. Premios Nobel de economía, otros países e instituciones avisan de que el camino de la austeridad, vía recorte del gasto social y no de otros gastos (sueldos y prebendas de cargos públicos, grandes infraestructuras...), sólo lleva a profundizar la recesión y, por lo tanto, al agravamiento de las consecuencias sociales de la crisis. A pesar de ello la clase política sigue a pies juntillas el nuevo dogma.

El Capital escribe recto con líneas torcidas y en nuestros políticos y políticas ha encontrado las mejores plumas para poner negro sobre blanco aspiraciones largamente albergadas. Patxi López y Yolanda Barcina, liquidadores de lo público, aspiran a destacar en el ignominioso pódium de estos escribanos.

No importa cuánto suba el paro o en qué condiciones queden las personas más vulnerables de la sociedad: lo importante es servirle en bandeja de plata al Capital una derrota histórica de la Clase Obrera. Robarnos de golpe y plumazo lo que tanta sangre, sudor y lágrimas nos ha costado conseguir durante muchos años.

La coyuntura es difícil; sin embargo no hay que dejar lugar al desánimo. Tenemos que ser capaces de hacer frente a la intoxicación informativa, al miedo y a la apatía; atrevernos a salir de nuestros castillos. En ESK tenemos claro que el camino para revertir esta situación es luchar; pelea en la que confluyamos todos los sectores afectados en la más amplia unidad posible.

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