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El urbanismo del ladrillo lastra el soterramiento del tren en Durango

La muerte de una mujer al ser arrollada por el tren en Durango ha vuelto a poner de actualidad el retraso que acumula el soterramiento de la línea férrea en esta localidad vizcaina. En el fondo, sobresale una operación urbanística fallida sustentada en plusvalías millonarias.

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Agustín GOIKOETXEA | DURANGO

Tres muertos en cinco años es la trágica consecuencia de que la línea férrea de EuskoTren siga sin ser soterrada a su paso por Durango. Las vías del tren separan físicamente en dos a la localidad y, al menos cuatro veces a la hora, detiene el tráfico rodado y peatonal en seis puntos.

Ocho años y medio han transcurrido desde que la entonces consejera de Transportes, la jeltzale Nuria López de Gereñu, anunciase que para 2009 el cubrimiento iba a estar operativo. La última noticia que se tiene al respecto es la previsión del actual titular de la cartera, Iñaki Arriola, de que el proyecto estará finalizado para mediados de 2013. Los vecinos ya no creen en esas promesas y reclaman mayor seguridad.

Mientras PNV y PSE se lanzan los trastos a la cabeza en los diferentes niveles institucionales, achacándose mutuamente la responsabilidad en la demora, desde Bildu y Aralar fijan su atención en la operación urbanística diseñada en torno al soterramiento de la línea férrea, la construcción de la nueva estación y las cocheras de Lebario, pero también la edificación de cinco torres de viviendas, otro rascacielos que iba a albergar la sede de EuskoTren y la construcción de un minicentro comercial siguiendo las directrices de la arquitecta Zaha Hadid.

Todo se sustentaba en la previsión de que se iban a obtener unas plusvalías millonarias por la construcción de viviendas que, con la actual crisis, que no se cumplirá. «El coste del soterramiento se ha disparado -comenta el parlamentario y edil de Aralar Dani Maeztu-, pero la situación actual es fruto de asociar este proyecto vital para Durango con un desarrollo urbanístico concreto». «Lo que necesita Durango es que se cubran las vías del tren y no unos rascacielos con viviendas a precios desorbitados», añaden desde Bildu. A la coalición le preocupa no solo el desarrollo urbanístico futuro de la villa, sino también acabar con los problemas de movilidad, condicionado por el paso de los convoyes.

Otro capítulo de vital importancia es la seguridad. Coincidiendo con la muerte de una mujer el lunes pasado, se ha sabido que el consejero de Transportes ha reconocido, a preguntas de Aralar, que el tren pasó en tres ocasiones -20 y 27 de setiembre y 28 de octubre- sin bajar las barreras en los pasos a nivel de Ermodo y Ollerias, en Landako, donde se produjo la última víctima mortal.

Arriola atribuye las incidencias de setiembre a sendos fallos humanos y la de octubre a una avería que impidió la correcta bajada de las plumas del paso a nivel de Landako. En este caso, se promete que se actuará con celeridad para suplir con personal de la brigada de reparación urgente a la máquina.

TRES VÍCTIMAS

En los últimos cinco años, tres personas han muerto arrolladas por el tren a su paso por Durango. Los vecinos exigen a Lakua que se aceleren las obras de soterramiento de la línea férrea, prevista para mediados de 2013.

Tres incidentes

El consejero de Transportes, Iñaki Arriola, ha reconocido, a preguntas de Aralar, que el tren transitó en tres ocasiones sin bajar las barreras por los pasos a nivel de las calles Ermodo y Ollerias en setiembre y octubre.

Operación fallida

La vinculación entre el proyecto de soterramiento y el desarrollo urbanístico de los terrenos que se iban a liberar de las vías del tren ha lastrado la eliminación de la barrera, según señalan Bildu y Aralar.

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