Sesión del Congreso español
Los partidos abertzales se oponen al recorte social aprobado por PP, CiU y UPN
El PP hizo valer su mayoría absoluta para imponer su tijeretazo social. Para ello contó con el aval de CiU y de UPN. Amaiur, PNV y Geroa Bai rechazaron los recortes en bloque y avisaron sobre el riesgo de medidas recentralizadoras.
Alberto PRADILLA | MADRID
Los partidos abertzales se opusieron en bloque al primer tijeretazo del Gobierno español que preside Mariano Rajoy. Sin embargo, el Ejecutivo hizo valer su holgada mayoría absoluta para imponer sus medidas de recorte. No lo hizo solo. También contó con el aval de UPN y CiU, con quien mantiene una relación preferente y recíproca, ya que el PP ha facilitado que la Generalitat sacase adelante su propio hachazo en Catalunya. El «no» llegó desde las filas de PSOE, IU-CHA, UPyD, ERC, BNG, Compromis, así como de las formaciones vascas, Amaiur, PNV y Geroa Bai. El gabinete de Rajoy ya prepara otras medidas como sancionar a los entes autonómicos que no cumplan con el techo de déficit, una propuesta que incluirá dentro de la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
Sabino Cuadra, que subió a la tribuna en nombre de Amaiur, instó a «hacer frente» a unos recortes «de juzgado de guardia» y lanzó un doble llamamiento. En primer lugar, a los partidos abertzales, a quienes invitó a unir fuerzas en Euskal Herria para construir un marco laboral propio. Cuadra hizo extensible esta apelación a formaciones progresistas como Geroa Bai, Izquierda-Ezkerra o Ezker Batua, pero también al PNV, e instó a colaborar para que el Gobierno español no recorte las «mermadísimas autonomías». En segundo lugar, el diputado de Amaiur se dirigió a los partidos de izquierda de ámbito estatal, con quienes mostró su voluntad de acuerdo «respetando» los posicionamientos particulares.
Las alertas por un posible proceso recentralizador al que ya apuntó el ministro de Economía también llegaron desde el PNV. «No nos gustaría que hubiera movimientos recentralizadores o cambios en el marco competencial», advirtió Pedro Azpiazu, diputado jelkide. En el mismo sentido, Uxue Barkos, que no pudo participar en el debate por decisión de la Cámara, planteó a través de una nota si el PP considera que la «injerencia» en las cuentas autonómicas es la receta para combatir el déficit.
Con el PP disfrutando de mayoría absoluta y teniendo en cuenta que la práctica totalidad de recortes eran ya de dominio público, el debate de ayer se limitó a un rifi-rafe entre el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el portavoz del PSOE, José Antonio Alonso. El responsable de la fiscalidad compareció en lugar de Mariano Rajoy, que no ha dado explicaciones en la Cámara pero sí que lo hará ante Herman Van Rompuy, presidente de la Comisión Europa, el próximo martes. Montoro, muy preocupado por remarcar la «temporalidad» de la subida de impuestos, respondió únicamente al diputado socialista, que le recordó que los números rojos proceden especialmente de los gobiernos del PP. Como viene siendo habitual, Montoro culpó del déficit al anterior Ejecutivo. Sin embargo, las críticas no le han llegado únicamente desde la bancada socialista. Por eso no quedó claro si con su llamamiento a aparcar «las ideologías» se dirigía a la oposición o a las voces que, desde su propia casa, ya cuestionan el incremento impositivo.
La decisión del presidente de la Cámara, Jesús Posada, de limitar el número de portavoces del grupo mixto que podían participar en el debate sobre los recortes sociales dejó a Sabino Cuadra como único representante de Nafarroa en la tribuna. En la reunión celebrada antes de la sesión, Posada comunicó que solo podrían hablar cuatro portavoces, lo que dejó fuera, entre otros, a Uxue Barkos, de Geroa Bai, y a Carlos Salvador, de UPN. Únicamente Amaiur, ERC y BNG realizaron su intervención, estos últimos, para denunciar la exclusión del resto de formaciones. Coalición Canaria (CC) no subió al estrado. De este modo, el primer pleno celebrado en el Congreso después de la investidura sirvió para evidenciar los problemas generados por la cerrazón de la mesa al vetar a Amaiur a disponer de grupo propio.
Después del debate, representantes de BNG, CC, Compromís, el Foro Asturias, UPN y Geroa Bai comparecieron en el Congreso para instar a Posada a articular fórmulas que garanticen su participación. Una posibilidad es la de solicitar que tanto Amaiur como ERC, las dos formaciones con más representación dentro del grupo mixto, puedan funcionar como subgrupos. Esta fórmula, que ya fue utilizada en 1986, será planteada hoy mismo al presidente de la Cámara.
Amaiur y ERC se sumaron a denunciar el «agravio» al que han sido sometidos estos partidos. Desde la coalición abertzale se instó a trabajar por los derechos de todos pero desde el respeto a la proporcionalidad. A.P.