Protagonista de la resaca copera
Toquero (Trending), taconazo (topic)
El gol del gasteiztarra ante el Albacete enraizó aún más su comunión con una grada rendida a las característias del jugador.
Joseba VIVANCO
«En el fútbol no se recuerdan los resultados, se recuerdan las emociones», atinó de manera acertada Angel Cappa. Ayer, Juan Carlos Latxaga escribía en su blog que el partido ante el Albacete no será recordado por el pase a cuartos, ni por el resultado, sino por ese gol que Gaizka Toquero anotó de tacón. Como dijo luego Marcelo Bielsa, «ameritaba que marcara». Lo merecía, como también se alegró la grada por el tanto de `Susa', por el de Herrera y por el de `Sanjo', porque los tres lo necesitaban, pero pocos dudan de que el taconazo del `2` gasteiztarra fue de esos de los que ayer, hoy y hasta el domingo ante el Levante, se seguirá hablando.
Toquero, taconazo; `TT' o Trending topic, el nombre que reciben las palabras o frases más empleadas en un momento concreto en la red social Twitter. Fue en el minuto 77. Un desmelenado Toquero salió incrédulo hacia el córner, donde se abrazó a Muniain, para luego encarar hacia su banquillo y recibir las sinceras felicitaciones de sus compañeros, incluido Ekiza que aguarda saltar al campo, mientras un Bielsa `loco' agitaba sus brazos enrabietados.
El «¡Toquero, Toquero!» resonó en las gradas y el fondo norte de San Mamés ya no dejó de vitorear al ariete hasta el final, lo suficiente para que los seguidores manchegos se percatasen de que por encima de `Llorentes, Muniains o Javis', buena parte de `La Catedral' tiene su corazoncito rendido a Gaizka, sobre todo cuando brinca desde el banquillo como lo hizo el jueves y los espectadores aúllan como si arroparan la entrada al `mirlo blanco', al as en la manga.
«Como tantas veces ocurre pesará, en muchos medios de comunicación, más el origen del autor que el tanto en sí», se dejaba caer en la habitual crónica del encuentro recogida en la página web del club. Ayer, había aficionados que hablaban ya de `toquerada', de `toquerazo'. Es su peluche, su talismán ganado a base de transpiraciones y goles con sello propio. Pero otras voces veían excesiva, desmesurada la pleitesía al `calvo' rojiblanco. Como si los cánticos al de Gasteiz se hubiesen devaluado tanto que ya, haga lo que haga, recibe el beneplácito del público. Y es que San Mamés tampoco es campo que obsequie ovaciones; al igual que Bielsa con sus `onces', el puesto de titular no se regala ni en los amistosos.
Pero el jueves, la grada también fue sabia. Como cuando animó a Llorente tras fallar sus dos primeras ocasiones, o a Muniain cuando no elevó bien el balón ante el portero casi al final del encuentro y eso le recordó que debía seguir presionando al rival, o cuando rompió en aplausos tras la galopada de Javi Martínez hacia la meta rival en la primera mitad. Ídolos al margen, seguro que también Susaeta, Iturraspe, San José, incluso el incomprensiblemente cuestionado Gorka, por citar unos pocos, agradecerían también oir su nombre de vez en cuando. Como contaba a los cachorrillos el bueno de Koldo Asua, otros podrán ser mejores, pero éstos son los nuestros.
Amorebieta, baja en el último partido de Copa por un esguince en el tobillo izquierdo, se entrenó ayer con aparente normalidad y podría estar disponible para el encuentro de Liga del domingo. El defensa trabajó en Lezama en un grupo formado además por los suplentes ante el Albacete, los no convocados y varios canteranos, quienes realizaron diversos ejercicios tácticos antes de finalizar el entrenamiento con un partido. Mientras, los titulares ante el conjunto manchego, completaron una suave sesión de recuperación. Hoy, tras la última sesión programada a las 19.00 en Lezama, se confirmará si Amorebieta está en disposición de regresar a la convocatoria y, en ese caso, probablemente al once titular, en el que ayer fue relevado por Mikel San José.
El Levante no ha ganado en ninguna de las seis veces que ha visitado San Mamés, con un balance de cuatro triunfos locales y dos empates. Las igualadas se registraron en las dos primeras comparecencias de los granota en Bilbo, en 1963 (0-0) y en 1964 (1-1, Antón Arieta y Pons). EFE