Las tropas desertoras reciben el apoyo de las protestas sirias y se coordinan con el CNS
Las manifestaciones de rechazo a Bashar al Assad mostraron su apoyo al autodenominado Ejército Sirio Libre, compuesto por desertores de las tropas del régimen. Sus oficiales y líderes del opositor Consejo Nacional Sirio anunciaron mayor coordinación de sus acciones.
GARA | DAMASCO
Las manifestaciones de ayer de la oposición siria fueron una muestra de apoyo a las tropas disidentes del Ejército Sirio Libre, a la vez que de rechazo al régimen de Bashar al Assad, como cada viernes desde hace meses. Según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos fueron decenas de miles las personas que se manifestaron pese a la represión del régimen.
Unos 20.000 salieron a las calles en Idleb, donde las fuerzas de seguridad, según el Observatorio, mataron a una persona. En Hama, un joven de 17 años también murió por los disparos de la policía. Además, contabilizó 15.000 manifestante en Duma, donde tuvieron lugar combates entre fuerzas leales al Gobierno y desertores.
Varios miles más protestaron en Palmira, en la provincia de Homs, otro de los bastiones de la revuelta. El Observatorio denunció que dos civiles fueron heridos en esta localidad. También afirmó que las fuerzas de seguridad dispararon en Deir Ezzor y Deraa, donde hirió a cinco manifestantes.
Un líder opositor afirmó que soldados apoyados por tanques irrumpieron en una localidad cercana a la frontera con Líbano, en la que sería la primera ofensiva militar relevante desde que los observadores de la Liga Árabe llegaron al país el mes pasado. Los Comités de Coordinación Local afirmaron que al menos seis personas murieron por la represión.
Acuerdo de desertores y el CNS
Por otro lado, según la agencia oficial de noticias Sana, un total de 23 personas -22 miembros de las fuerzas de seguridad y un niño- murieron por los ataques que atribuyó a «grupos terroristas» en las ciudades de Damasco, Alepo, Hama, Homs e Idleb en una señal más de que la oposición armada eleva día a día su capacidad operativa. La víspera de las manifestaciones, Riad al-Assad, dirigente del denominado Ejército Sirio Libre, que asegura contar con 40.000 soldados, y Burhan Ghalioun, líder del Consejo Nacional Sirio (CNS), que agrupa a varios movimientos de oposición, se reunieron para coordinar sus acciones y establecer un contacto continuo. Acordaron elaborar un plan para que entren más oficiales y soldados en las filas del ELS.
El militar de más alto rango de las filas desertoras, el general Mostafa Ahmad al Sheij, calculó que podrían tardar entre un año y año y medio en derrotar a las fuerzas del presidente sirio.
Por otro lado, ayer tuvieron lugar homenajes al periodista francés Gilles Jacquier, muerto el miércoles por un obús en Homs, cuando cubría una manifestación de apoyo a Al Assad. La fiscalía de París ha abierto una investigación sobre el suceso, mientras la presidencia francesa acusó a las autoridades sirias de manipulación en este caso, en el que no se ha aclarado si el obús procedía de las fuerzas opositoras o de las leales a Damasco.
El secretario general de la Liga Árabe, Nabil Elaraby, se mostró preocupado por la posibilidad de que estalle una guerra civil en Siria. «Sí, temo una guerra civil y los eventos que estamos viendo y escuchando en estos momentos podrían llevar a una», afirmó Elaraby, cuya organización tiene desplegados observadores en el país para comprobar el cumplimiento del acuerdo alcanzado con Damasco. «Cualquier problema en Siria tendrá consecuencias en los estados vecinos», señaló durante una entrevista con el canal de televisión egipcio Al Hayat. La misión de observadores de la Liga intenta mantener su credibilidad en el país después de que dos miembros de la delegación hayan abandonado el país. Sin embargo, el jefe de la misión, Mohamad al Dabi, tachó de completamente falsas las denuncias formuladas por uno de ellos, el argelino Anwar Malek, que denunció que se estaba favoreciendo con su presencia el que el Gobierno sirio siguiera reprimiendo a los manifestantes. Al Dabi criticó que desde que fue designado miembro del equipo de observadores enviados a Homs, Malek no había abandonado el hotel durante seis días y no había participado en las visitas de campo realizadas, argumentando que estaba enfermo. GARA
Rusia criticó las enmiendas de los países occidentales a su proyecto de resolución sobre Siria en la ONU, porque pretenden cambiar el régimen de Damasco y «convierten en estéril el contenido de nuestro texto», que pide a las dos partes «el fin de la violencia y que un proceso político sin intervención extranjera».
