Movimientos sociales y colectivos, como AHT Gelditu! Elkarlana, Eguzki, o el sindicato EHNE, entre otros, anunciaron ayer que han convocado una manifestación en contra de las grandes infraestructuras proyectadas en Gipuzkoa. La marcha, que llevará como lema «Por un cambio social; paralización de las grandes infraestructuras», tendrá lugar el día 4 de febrero, en Donostia.

Los convocantes persiguen impulsar la movilización popular en favor de la paralización de macroproyectos y mostrar la necesidad de un cambio de modelo, que respete la naturaleza y las condiciones de vida de la población, ante «la campaña de presiones políticas y mediáticas a favor de todo tipo de infraestructuras de elevado impacto ecológico, económico y social lanzada en los últimos meses en Gipuzkoa». Se refieren a proyectos como «el tren de alta velocidad, la incineradora, el superpuerto de Jaizkibel, la plata- forma logística de Oiartzun-Lezo-Gaintxurizketa, el Metro de Donostialdea, la ampliación del aeropuerto de Hondarribia, la macrocárcel de Zubieta, así como algunas variantes».

Obras todas ellas, «que además de estar ocasionando fuertes agresiones al medio ambiente están conllevando un inmenso agujero económico» señalaron. «Infraestructuras que se han construido bajo las falsas hipótesis de rentabilidad socioeconómica y creación de empleo. Todo ello, en beneficio de intereses empresariales, que absorben los recursos que requieren otros sectores de actividad económica, social o cultural y la cobertura de necesidades sociales. Y mas aún en el contexto de profunda crisis económica existente», explicaron.

Diversas iniciativas

Para impulsar esta dinámica de movilización durante este mes presentarán mociones en ayuntamientos, realizarán marchas a las zonas afectadas y organizarán mesas redondas y foros de debate. Invitaron a la ciudadanía a trasladar esta reivindicación a los centros de trabajo, de estudio y a la calle. El colofón será la manifestación que el 4 de febrero partirá a las 17.30 desde el Boulevard donostiarra. Por ello, llamaron a la participación de grupos de afectados, vecinos, movimientos y organizaciones sociales, ecologistas, sindicales y políticas, así como a los ayuntamientos que deseen mostrar su apoyo.