La sección sindical de LAB en Cementos Lemona propondrá en la asamblea de trabajadores de mañana un calendario de movilizaciones «ante la nula e intransigente voluntad negociadora de la dirección», explicó Jabi Amorrortu, responsable de la central. Dos años sin convenio han elevado la tensión entre la plantilla de 150 trabajadores, teniendo en cuenta, como informó LAB, que el centro de Lemona, que pertenece al grupo Portland Valderrivas, mantiene una senda importante de beneficios pese a la crisis económica, que sí ha afectado a la actividad. Cerró 2009 con un beneficio de 6,7 millones. Un año después, otros 5,2 millones y hasta agosto de 2011, «último dato que conocemos», según indicaron, el beneficio alcanzó los 1,7 millones.

Amorrortu, responsable sectorial de LAB, compareció junto a los miembros del comité Celso Bizkarguenaga, Ismael Iturrioz, Aitor Muñoz y Aitzol Oregi. Acusó a la dirección «de pretender el completo desmantelamiento de las condiciones laborales con la excusa de la crisis, a pesar de los importantes beneficios logrados en los últimos años».

Mañana habrá una asamblea de trabajadores, en la que LAB planteará que «la cerrazón de la dirección es insostenible». Según indicó, «nos damos cuenta de la situación de crisis económica», pero «hemos intentado negociar en todo momento. Le propusimos cerrar los ejercicios 2010 y 2011 con una revisión salarial y el cumplimiento íntegro del convenio actual, pero la dirección nos contestó que era inasumible».

«Amenaza y chantaje»

Todo ello parte de que en mayo del año pasado, la dirección de Cementos Lemona entregó al comité un documento de modificación de las condiciones laborales establecidas en el convenio colectivo y una solicitud de expediente de regulación temporal. Con ese documento «se restringen prácticamente todos los derechos recogidos en el convenio que regían hasta 2009» y, a la vez, «se planteaba un plan de empleo que pretende amortizar puestos de trabajo en algunos casos y modificar condiciones de trabajo en otros». No se llevó adelante, pero generó un malestar, como explicó Jabi Amorrortu, porque llegó a retrasar y alargar la negociación del convenio. Para LAB, esa contrapropuesta de la dirección «no solo es inasumible, sino intransigente. La hemos calificado en la Mesa de Negociación de chantaje, porque nos amenaza con utilizar otras vías para llevar adelante el Plan de Empleo y, a la vez, hemos criticado la utilización de `sus altavoces' para atemorizar y llevar el mensaje distorsionado a la plantilla».

Amorrortu explicó que «nos encontramos ante un bloqueo y secuestro de nuestras condiciones laborales regidas por el convenio, que no cumple la dirección de Lemona». Por eso, en la asamblea de trabajadores trasladarán la necesidad de iniciar movilizaciones. El comité está compuesto por nueve representantes: cinco de ELA y cuatro de LAB. En principio, ELA participará en la asamblea y acatará las decisiones que se adopten.

Mantener el empleo

La dirección de la empresa contestó a LAB ayer mismo. Dijo que la situación del grupo cementero es «difícil» y se espera «un descenso salvaje de la producción». No indica nada de cumplir el convenio de la planta de Lemona, pero ofrece «mantener el empleo sin incrementar los salarios y renunciando a las rigideces que ponen en peligro el futuro». Deja para un futuro la negociación del aumento salarial, «tras la crisis».