El presidente de Kutxabank, Mario Fernández, acompañado por Inés Monguilot, directora de Marketing, y el director de Comunicación, Carlos Ruiz, mostró ayer las intenciones que persigue para 2012 al frente del banco vasco «que es una entidad importante en el Estado español. Queremos trascender de Euskadi, queremos ser una referencia en el conjunto financiero español».

En el encuentro con los medios de comunicación quiso dejar atrás una de las etapas más críticas con las que echó a andar, después de que PNV y PP se repartieran el control del mismo, marginando a Bildu y PSE, y se centró en el ámbito financiero y económico.

Mario Fernández, con su lenguaje directo, concretó que 2012 será «satisfactorio» en un momento económico que «estaremos al borde de la recesión» y dijo que «estaré encantado» de que el Gobierno de Gasteiz acierte con las predicciones económicas para 2012, «que las ha resituado en el 0,7%». A la vez, también advirtió de una situación de incertidumbre sobre las exigencias del nuevo Gobierno español, que preside Mariano Rajoy (PP), ante la necesidad de aumentar los fondos de provisión para hacer frente a los impagos derivados del «ladrillo».

Dijo que «somos la entidad más solvente del sistema», pero explicó que está a la espera de las indicaciones gubernamentales para adoptar las medidas oportunas ante la pretensión de llevar adelante la tercera fase de la reestructuración del sector financiero, que supondrá reducir el número de entidades financieras para alcanzar un tamaño medio superior.

En este caso, admitió que con los alrededor de 75.000 millones en activos, que sitúan a Kutxabank en el noveno puesto del ránking y en el séptimo, si se tiene en cuenta el volumen de negocio, «no es el puesto que nos corresponde». Descartó que Kutxabank trabaje en la compra de alguna entidad. «No negociamos con ninguna entidad de crédito», explicó, aunque admitió que «se encuentran analizando lo que hay en el mercado para una posible operación de integración». Mientras llegue ese momento, Kutxabank apostará por ganar tamaño a través de «una franquicia con marca local», mientras descartó entrar en operaciones que «pongan en cuestión los rasgos generales de Kutxabank» para la actividad económica en 2012, es decir, «defensa del capital, tranquilidad en la liquidez y reducción del gasto». Mario Fernández reconoció que «no vamos a arriesgar ninguno de estos tres ejes marcados para 2012».

En este caso, dio valor al pacto laboral firmado con CCOO, donde se contempla la reducción ordenada de la plantilla de los servicios centrales de la nueva estructura que, junto a un ahorro derivado de las sinergias de la integración, «supondrá un ahorro de 100 millones».

Alta solvencia

Mario Fernández explicó que Kutxabank es líder de «banca local» y trasciende a la CAV ya que «actuamos en Araba, Bizkaia Córdoba y Gipuzkoa». En este sentido reconoció que «la fusión la hemos hecho porque hemos querido, no por necesidad. No hemos recibido ni un solo euro». Remarcó que el banco se encuentra en primer lugar en el índice de solvencia del sistema financiero en el que, prácticamente, ya no existen cajas. «Las cajas, de hecho, son bancos porque solo quedan dos cajas de ahorros: Ontinyent y Pollensa».

Añadió que hasta el 31 de diciembre la solvencia de la caja alcanzó el 12% y el 1 de enero se situó en el 10,4%, por dotaciones voluntarias, como precisó, en espera que el Gobierno español modifique el sistema de aprovisionamiento para hacer frente a las insolvencias.

Fernández matizó que Kutxabank maneja ahora unas cifras correspondientes al «precierre» de 2011 en las que «ha reservado provisiones voluntarias» que, aunque «no eran necesarias, ofrecen un colchón suficiente a Kutxabank». En este caso, admitió que podrían estudiar «un esfuerzo adicional de provisiones» con cargo a los resultados de 2011 en caso de que la modificación legislativa así lo acuerde en las próximas semanas. El presidente de Kutxabank recordó que, pese a la regulación europea, la entidad financiera cuenta con una cartera de participaciones industriales de 4.000 millones que supone «una plusvalía latente muy importante y que nos permitiría acometer una desinversión sin que nuestro negocio bancario se resintiera».

También confirmó que Kutxabank acudirá a una próxima operación de refinanciación a tres años del Banco Central Europeo (BCE), pese a que «la situación de liquidez» de las tres cajas es «tranquilizadora», motivo por el cual no participaron en la anterior subasta. Sin embargo, destacó que una vez que el BCE «ha abierto la ventanilla» solicitará «una cantidad oportuna», al igual que van a hacer otras entidades, porque, a su juicio, sería «una estupidez no recurrir a esta facilidad en un proceso de ventanilla abierta».

Obra social

El presidente de Kutxabank dejó claro, ante la preocupación que se suscitó en el momento en el que se estaba negociando la integración de las tres cajas vascas y la cordobesa, que «mantendremos la obra social. En este momento, la actividad financiera se realiza por Kutxabank, mientras que las cajas llevan la obra social». En este aspecto concretó que cada una de las integrantes en Kutxabank «tiene total autonomía» y recordó que mantendrán el 30% de los beneficios para la obra social. Según Fernández sería necesario, sin embargo, unificar actuaciones.

La directora de Marketing, Inés Monguilot, ofreció datos de lo que es este banco local vasco que concedió 2.000 millones a 15.000 hipotecas. Los clientes de Kutxabank mueven 1,5 millones de tarjetas, que facturan por encima de los 3.300 millones y «somos líderes en ahorro para la jubilación». Es, además, la sexta entidad en fondos de inversión con 5.000 millones.