Euskal Herrian Euskaraz (EHE) denunció ayer que dos de sus miembros fueron multados con 6.300 euros en Altsasu por participar en la campaña «Ezabatu eta euskaraz bizi», que se celebró hace dos meses y que tiene como objetivo destacar que el paisaje lingüístico de Euskal Herria sigue estando dominado por lenguas extrañas.

«En Altsasu el paisaje lingüístico tampoco es euskaldun y el euskara aparece como una lengua de segunda. Con el objetivo de revertir esta situación e impulsar una reflexión al respecto, procedimos a realizar borrados en el marco de la campaña `Ezabatu eta euskaraz bizi'», explicó uno de los multados.

Cuando se encontraban junto a la señal de entrada a Altsasu, se les acercaron dos agentes de la Policía Foral que les pidieron que se identificasen. «De malos modos, y mostrando un alto grado de nerviosismo, comenzaron a hacernos preguntas (que respondíamos en euskara y con tranquilidad). Uno de los forales no entendía euskara y nos ordenó hablar en castellano, mostrando una actitud despectiva hacia el euskara. Nosotros cortamos la comunicación y nos seguimos dirigiendo al foral euskaldun, porque queremos vivir en euskara y hablar en euskara es nuestro derecho», explicaron.

«Desobediencia»

«Sin embargo, no entendieron este planteamiento y nos impusieron dos multas de 150 euros por desobediencia. Además, nos impusieron otras dos multas por modificar señales sin justificación, cada una de 3.000 euros», añadieron.

Los integrantes de EHE recordaron que en las mismas fechas también fueron multados dos vecinos de Arrosadia por borrar una señal que estaba íntegramente en castellano a pesar de que el Ayuntamiento de Iruñea aprobó una moción que destacaba que toda la señalización instalada en la capital navarra debía ser bilingüe.