En el recinto ferial se pudo observar, y comprar, caballos de montura, holandeses, yeguas, ovejas, cabras o bueyes preparados para pruebas de arrastre que rondaban los 1.000 kilos de peso. También terreñas, betizus y diferentes razas de vacas: pirenáica, suiza o frisona, entre otras.

Sin salir de este lugar se podía pasear entre la exposición de maquinaria y herramienta agrícola, con los inmensos tractores Jhon Deere y las más pequeñas máquinas cortacesped. En la misma zona también se exponían las plantas frutales y ornamentales: desde olivos o acebos hasta los clásicos rosales o jazmines.

Por la Plaza de los Fueros y las calles aledañas al ayuntamiento se distribuyeron decenas de expositores de hortalizas, pan y pastel vasco, conservas, lácteos, frutas, plantas y flores, quesos, miel, sidra, txakoli, todos los derivados del cerdo... y no faltaban los tradicionales puestos de talo con chorizo o morcilla, en los que los productores concursaron en el Campeonato de Euskadi de la modalidad.

Jose Ramón Etxabe, de Urretxu, expositor y campeón de queso Idiazabal de Euskadi en 2010 y 2011, comentaba a GARA que «pese a la calidad del producto, la crisis afecta y en gran medida hemos visto reducidas las ventas en estos últimos años, aunque con el buen tiempo esperamos vender algo más que en pasadas ediciones». En la misma línea, Daniel Dupuy, expositor de magré de pato que acude cada año a San Antontxu desde Baigorri (Nafarroa Beherea) coincidía con esa apreciación: «El producto que vendo es de los más caros de la feria y en época de crisis lo notamos, aunque con el buen tiempo y en esta feria esperamos hacer caja».

Siguiendo este especial recorrido, en los alrededores de la carpa del ayuntamiento nos encontramos con una exposición muy peculiar: la de coches clásicos, entre los que sobresalía el Goggomobil, modelo fabricado en Mungia en 1958 y que en los años 60 del pasado siglo marcó el proyecto más serio de una fábrica de automóviles en Bizkaia.

No lejos de allí, volvemos al ambiente gastronómico, en esta ocasión con el despiece del txarri y la consiguiente demostración de la elaboración de morcillas.

En la calle Bentades tuvo lugar la exposición de artesanía local, en la que se podían apreciar «reliquias» de hace más de cincuenta años: radios antiguas, pinchadiscos y máquinas de coser de la época; baños y teléfonos que se usaban en los caseríos...

En la misma zona se encontraba la carpa del Instituto de Formación Profesional, que expuso los trabajos más interesantes elaborados durante los últimos meses por los alumnos del centro.

El programa para el resto de la jornada incluía, a las 14.oo en el cruce del ayuntamiento, la actuación de Amilotx Mungia Dantza Taldea, y a las 17.00 en el frontón municipal el festival de pelota entre profesionales. Una hora más tarde, en la sala Olalde, tenía lugar el espectáculo infantil de teatro, música y circo «Ilargiaren bi aldeak» y para finalizar, a las 19.00 en la carpa del consistorio, se montaba una animación callejera con la fanfarria Txikuri. Además, durante todo el día, el tren Txutxu recorrió las calles de la localidad.

Reparto de premios

Al XVI Concurso de Morcillas y Chorizos de Euskadi se presentaron 46 participantes, divididos en tres categorías: 15 para morcillas de verduras, 15 para morcillas de arroz y 16 para los chorizos. Además de los tres premios establecidos para cada categoría, se concedía otro premio local.

De esta manera, en la categoría de morcilla de verduras, el primer lugar lo ocupó Joaquín Lezama, de Sopuerta; el segundo, María Lourdes Alegria, de Bermeo; y el tercero, la txosna Larraskituentza de Loiu; el premio local fue para la carniceria Ortzite.

El jurado consideró que las mejores morcillas de arroz eran las de Joseba Barturen, de Bermeo; en el segundo lugar repitió la bermeotarra María Lourdes Alegria; y la tercera plaza fue para la carniceria Olazar, de Mungia, que lógicamente también se llevó la mención local.

En cuanto a los chorizos, Jose Antonio Abasolo, de Balmaseda, fue el ganador; Joaquín Lezama se llevó su segundo galardón; y María Lourdes Alegria completó su particular medallero con tres de tres. En esta categoría el premio local quedó desierto.