Sarkozy trata de calmar a los sindicatos con 430 millones para combatir el paro
El presidente Nicolas Sarkozy se reunió ayer durante cuatro horas con los principales sindicatos y con la patronal para anunciarles un paquete de medidas «inmediatas» para combatir el paro. Sarkozy dirimirá las cuestiones más polémicas, como el IVA social, a finales de mes.
Arantxa MANTEROLA | BAIONA
A tres meses vista de las elecciones presidenciales y con unas previsiones, según los sondeos, nada halagüeñas, Nicolas Sarkozy reunió ayer, en el Elíseo, a los principales sindicatos de trabajadores, así como a los de la patronal, para anunciarles un plan de urgencia contra el paro.
En la cumbre estuvo acompañado por el primer ministro François Fillon y seis ministros más, lo que refleja la importancia que Sarkozy otorga al tema del desempleo. En aumento constante desde 2010, se encuentra a puertas de alcanzar los 3 millones de parados (9,80%), una barrera psicológica que en nada le ayudaría en sus pretensiones -aún no confirmadas oficialmente- de volver a ser elegido presidente.
La patronal, satisfecha
Se trata de una serie de medidas que, en general, han contentado más a la patronal que a los representantes de los trabajadores, salvo el de la propuesta de introducir un impuesto sobre las transacciones financieras, que ha sido respaldada por todas las partes.
En total, se dedicarán al plan de urgencia contra el paro cerca de 430 millones de euros (reorientados de otras partidas para no aumentar el déficit) a los que deberían añadirse las ayudas del Fondo Social Europeo que doblarían el montante.
Las medidas planteadas ayer por Sarkozy son, esencialmente, reactivaciones de los dispositivos que el Gobierno ya había puesto en marcha en el plan anticrisis de 2009. Las reformas estructurales, que son las que más rechazo están suscitando, especialmente entre los sindicatos, quedaron pospuestas a la espera de la decisión del presidente, que se dio hasta finales de enero para resolverlas.
Entre ellas se encuentra la del denominado IVA social, consistente en un aumento de ese impuesto al consumo para financiar las ayudas sociales, lo que aligeraría las cargas que los empresarios pagan por cada empleado. Obviamente, la patronal ve con muy buenos ojos la propuesta y parece que Sarkozy estaría dispuesto a aplicarla.
La posible implantación del IVA social estuvo, precisamente, en el centro de las protestas que diferentes sindicatos protagonizaron en las calles de París y también en otras ciudades del Estado.
Las partidas para las medidas inmediatas se elevan a 430 millones de euros. De ellos, 150 se destinarán a la formación de los demandantes de empleo, especialmente a los parados de larga duración. Sarkozy ha prometido que todas las personas que no han desempeñado ninguna actividad profesional desde hace al menos dos años «recibirán ofertas de empleo, de formación o de procesos de resocialización».
En esa perspectiva, anunció la contratación de 1.000 funcionarios para las oficinas de empleo, muy sobrecargadas en los últimos meses, a los que dedicarán 39 millones de euros.
Otros 140 millones de euros se dirigirán al empleo parcial con el fin de que las empresas en dificultad no se vean abocadas a despedir a los trabajadores. 100 millones de euros se destinarán al dispositivo «cargas 0» para los jóvenes, una medida que se suspendió en mayo de 2010 por demasiado costosa y que consiste en subvencionar la contratación de jóvenes de menos de 26 años en empresas de pequeño tamaño.
Las reformas más profundas como la política de vivienda, el IVA social, el acuerdo sobre competitividad y empleo se conocerán a finales de enero. IA.M.
También en Ipar Euskal Herria se hizo patente la protesta sindical por las «medidas antisociales» que planea el Gobierno. La CGT distribuyó ante las oficinas de empleo un díptico con un decálogo de «exigencias para salir de la crisis y por otro reparto de la riqueza».
