«De una boda sale otra boda... o una tamborrada»
No contento con regentar el Restaurante Ametzagaña, y una obra social por la reinserción de los jóvenes, Benedicto ha fundado, junto con Mikel Lizasoain y Cristina Ferreira la compañía Fundación Ametzagaña, la única que entrará en Txomin Enea.
Son seis las compañías nuevas, y la de ustedes es una de ellas. ¿Cómo se gestó la idea?
Mikel y Cristina celebraron su boda en mi restaurante en 2009, pero la preparación del enlace comenzó en 2007. A raíz de eso nos conocimos y con el tiempo trabamos una buena amistad. Fue en el verano de 2010, en el transcurso de una cena, cuando se nos ocurrió dotar a la Fundación Ametzagaña de su propia tamborrada. Se suele decir que de una boda sale otra, aunque en este caso lo que surgió fue una tamborrada.
¿O sea que la tamborrada pertenece a una Fundación?
Si, así es, trabajamos por la reinserción social de los jóvenes.
¿Cuales son las características?
Por ahora somos alrededor de 62 hombres y mujeres vecinos de la zona, clientes o empleados del restaurante, de edades comprendidas entre los catorce y los sesenta largos.
¿Es fácil emprender algo así?
Tiene sus dificultades, como la inversión económica, ya que, al tratarse del primer año hay que comprar todo el material, aunque los años posteriores serán más tranquilos en ese aspecto. Por otro lado, lo que más ha costado ha sido motivar a la gente. Las personas se animan cuando ven que el grupo se anima.
He visto que recorren los barrios de Martutene, Txomin Enea y Loiola.
Comenzaremos el recorrido desde el restaurante a las 16.30, y hasta las 20.00 uniremos los tres barrios. De hecho, somos la única compañía que recorrerá el interior de Txomin.
¿Que tal van los nervios?
A pesar de tenerlo todo preparado en estos momentos son inevitables, pero esperamos pasar la prueba y que este sea el comienzo de una larga vida. O.L.
