La Diputación vizcaina excavará el túnel de Autzagane sin consensuar su prolongación
El diputado general José Luis Bilbao anunció ayer que las obras de tres de los siete ejes radiales previstos en Bizkaia comenzarán a ejecutarse en verano. A los trabajos de la carretera Gerediaga-Elorrio y la Variante de Bermeo se sumará el primer tramo del vial Zornotza-Muxika, con la construcción del túnel de Autzagane, a pesar de que la Diputación no acaba de consensuar su prolongación con el Patronato de Urdaibai a causa de su gran impacto ambiental.
Agustín GOIKOETXEA | BILBO
El PNV está empeñado en que la Diputación de Bizkaia siga construyendo viales de alta capacidad a pesar de la crisis económica y los recortes presupuestarios en algunas materias. Por ello, la institución que preside José Luis Bilbao invertirá 350 millones de euros en tres de las siete carreteras radiales previstas en el último plan foral.
En el verano, según las estimaciones del diputado general, las excavadoras estarán trabajando en esos proyectos, con los que pretende impulsar la actividad empresarial, el mantenimiento de puestos de trabajo «y seguir moviendo los pedales de la actividad económica» del herrialde. «Frente a la crisis en inversión pública, queremos generar actividad económica en el presente y poner en marcha en el futuro infraestructuras de valor», enfatizó Bilbao.
Sin duda la decisión más controvertida, aunque previsible a la vista de los diferentes pronunciamientos de responsables jeltzales, es la de emprender la excavación del túnel de Autzagane, en la primera fase del eje Zornotza-Muxika, a pesar de que aún no se ha aclarado cómo será el trazado de la carretera que pasará por Zugastieta. En octubre de 2010, el Patronato de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai rechazó los planes forales respecto al túnel de Oka.
Los técnicos del Patronato, al igual que los de Medio Ambiente de Lakua, emitieron un informe desfavorable por razones medioambientales, que ratificó el Pleno de la institución. Entonces, los responsables forales ya anunciaron que acometerían el proyecto en dos tramos, aunque en algo más de un año han sido incapaces de llegar a un acuerdo o encontrar una solución técnica adecuada. Desde Bildu, su juntero Aitor Torre estimó «aventurado el acometer fases de ciertos ejes pendientes de informes medioambientales», en referencia a este proyecto, lo que considera «otra huida hacia adelante mostrando un nulo respeto por el entorno».
La inversión prevista para el paso de Autzagane a través del túnel de Urdinbide de 670 metros de longitud, que la Diputación califica como «el tramo más crucial», es de 64 millones de euros y un plazo de ejecución de 38 meses. El mismo tiempo previsto para acometer las obras de la variante de Bermeo, que supondrá un gasto de 49 millones que, al igual que en el proyecto anterior, se cargará a la partida de inversiones en el presupuesto del Departamento de Obras Públicas y Transportes.
En el caso de Bermeo, una vez se construya la circunvalación, se afrontará el túnel de Sollube, donde la Diputación también tiene que resolver el impacto ambiental del último proyecto. A este respecto, Bilbao dijo que habían decidido empezar ambas obras porque «tienen todas las bendiciones apostólicas» y estiman que son muy necesarias para Busturialdea, en vez de esperar a que «estén todos los papeles en orden».
Peaje en la sombra
En cuanto a la carretera Gerediaga-Elorrio -incluida en el eje Durango-Beasain y con estrecha relación con el futuro acceso de la AP-8 a Trabakua y el tercer carril hasta Gerediaga-, dada la inversión necesaria, de 237 millones de euros, la institución foral la va a adjudicar a través de una concesión administrativa, bajo la fórmula de «peaje en la sombra»: la adjudicataria afrontará la construcción y posteriormente la Diputación le abonará anualmente un canon desde que entre en servicio.
Bilbao destacó su importancia para regular el tráfico en el área industrial de Abadiño, así como en Durangaldea en su conjunto, y la conexión con Gipuzkoa.
Bildu llama «a la prudencia y la cordura» en este tipo de inversiones «que, lejos de augurar prosperidad económica, pueden lastrar recursos económicos y partidas presupuestarias a largo plazo».
El juntero de Bildu Aitor Torre advirtió de que las previsiones de tráfico no se cumplen en las vías de alta capacidad como la Supersur, «lo cual ya es en sí mismo un problema presupuestario a asumir en el futuro».
La Diputación vizcaina pospone, por diferentes motivos aunque con la crisis como fondo, cuatro proyectos incluidos en su plan de ejes radiales. Además del retraso en las obras de la Mungia-Bermeo con los túneles de Sollube como hito, que costaría 283,2 millones de euros, la institución que preside José Luis Bilbao aparca hasta que «las condiciones económicas y presupuestarias lo permitan», las carreteras Urberuaga-Berriatua, variante de Ermua y Boroa-Igorre.
Por lo que respecta a esta última, la llegada de Bildu a la Alcaldía de Lemoa ha dejado al descubierto que los anteriores responsables municipales del PNV no habían tenido en cuenta los problemas de movilidad y accesibilidad que iba a generar este vial de alta capacidad que va a conectar el entorno industrial de Boroa, en Zornotza, con Arratia. Tras un acuerdo plenario, Ayuntamiento y Diputación están analizando unos nuevos accesos a la localidad.
Los que tendrán que esperar serán los vecinos de Lea Artibai, ya que el equipo de Bilbao no tiene capacidad de inversión para afrontar los 159 millones en que está presupuestado inicialmente el tramo Urberuaga-Berriatua, con un tronco central de 6.630 metros; enlaces en Plazakola, Ubilla y Askartza; y cinco túneles de 1.800 metros de longitud
Otra de las infraestructuras viarias que no acaba de arrancar es la Variante de Ermua, en la que se prevé una inversión aproximada de 126 millones de euros, con un tronco principal de 5.250 metros y otros 3.187 de enlace con la AP-8, además de dos túneles de algo más de dos kilómetros de trazado y cinco viaductos «singulares». A.G.
