Rusia reitera que vetará en la ONU una intervención contra Siria
Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, ha reiterado su oposición a cualquier sanción contra Siria y a un eventual envío de tropas extranjeras a este país. Moscú ha advertido de que una intervención extranjera en el país no contará esta vez con el aval de la ONU. Por su parte, China también sigue planteando una solución dialogada bajo los auspicios de la Liga Árabe.
GARA | MOSCÚ
«No apoyaremos ninguna sanción» contra Damasco, insistió ayer el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, añadiendo que a cualquier Estado que desee una intervención militar en Siria no obtendría «ningún mandato por parte del Consejo de Seguridad de la ONU».
Lavrov advirtió de que Rusia usaría su veto para bloquear cualquier proposición que proponga una intervención militar en Siria, después de las declaraciones que el emir de Qatar realizó en este sentido.
«Si alguien quiere recurrir a la fuerza a toda costa, es poco probable que nos podamos oponer. Pero eso quedará a su propia iniciativa y dentro de su conciencia. No tendrá ningún mandato del Consejo de Seguridad de la ONU», añadió el jefe de la diplomacia rusa.
El emir de Qatar, el jeque Hamaad Ben Khalifa Al Thani, se mostró el pasado sábado favorable que enviar tropas árabes a Siria «para poner fin a la matanza» en el país.
Damasco rechazó el martes la primera propuesta de este tipo que plantea un dirigente árabe, afirmando que el pueblo sirio le hará frente.
Rusia, aliado tradicional de Damasco, ha bloqueado hasta ahora todos los proyectos de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para condenar al régimen del presidente Bashar al Assad, y ha sido por ello blanco de las críticas de los países occidentales, que han optado por las sanciones unilaterales.
En diciembre, Moscú propuso una resolución condenando la violencia cometida «por todas las partes, incluido el uso desproporcionado de la fuerza de las autoridades sirias». Pero las potencias occidentales juzgaron el texto demasiado timorato y plantaron enmiendas que desvirtuaron su contenido original, lo que provocó el rechazo de Moscú.
Para Lavrov, la resolución debe incluir también la violencia de la oposición. «Los que critican el proyecto de resolución ruso olvidan las maniobras en Siria de extremistas armados de la oposición contra edificios públicos, hospitales, escuelas, y los actos de terror que se perpetran» afirmó. «Por qué no deberíamos hablar de eso? Nuestros socios occidentales tienen un enfoque parcial» insistió.
Moscú se opone firmemente a toda injerencia en la crisis siria y está en contra de que el Consejo de Seguridad dicte un embargo sobre la venta de armas a Siria, de la que Moscú es el principal proveedor desde el período soviético.
China, por una solución árabe
Por su parte, China defiende un plan se salida de la crisis bajo los auspicios de la Liga Árabe, estimando que la misión de los observadores es eficaz y que el Consejo de Seguridad de la ONU debe promover el diálogo político». «Incluso si la violencia en Siria no ha acabado totalmente, la situación de seguridad en importantes regiones ha mejorado, lo que prueba que el trabajo de los observadores es eficaz», afirmó Liu Weimin, portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores. Tampoco Beijing planteas sanciones y Liu apeló a las partes «a cooperar abiertamente con la Liga Árabe en su esfuerzo de mediación». «China desea la resolución de la crisis siria en el marco de la Liga Árabe», insistió. Sobre el proyecto de resolución ruso, Liu Weimin subrayó que las negociaciones «deben dirigirse a promover un diálogo político para resolver el conflicto». «China es consciente de los esfuerzos de Rusia para resolver la crisis y está dispuesta a participar en las discusiones sobre la base del proyecto de resolución ruso», añadió.
Diez personas murieron y nueve resultaron heridas en Idleb por ataques rebeldes, según la agencia de noticias Sana, que dio cuenta de cuatro muertos al explotar una bomba al paso del autobús. La oposición aseguró que quince personas murieron por disparos de las fuerzas de seguridad.
Las tropas del Gobierno sirio y los rebeldes de la localidad de Zabadani, cerca de la frontera con Líbano, acordaron el martes un alto el fuego que implica el cese de los combates y la retirada de las calles tanto de los insurgentes como de los militares, según la oposición.
El diario oficial sirio «Techrine» acusó ayer a Qatar de financiar y armar a los opositores al régimen de Bashar Al Assad. Además, enmarcó la propuesta del jeque qatarí Hamad Ben Khalifa Al Thani, de intervenir militarmente en el país en el marco de ese «rol negativo que está jugando» desde el comienzo de la crisis y en el que incluyó la financiación de grupos armados que operan en Siria.
El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, indicó que la propuesta del jeque podría ser examinada en la reunión que este organismo llevará a cabo durante el fin de semana.
El diario «Techrine» sugirió que «Qatar puede ayudar a Siria a salir de la crisis dejando de financiar a grupos armados y el tráfico de armas» hacia los insurgentes.
Las autoridades sirias atribuyen la violencia en el país a «grupos terroristas apoyados desde el extranjero». «Techrine» también acusó a Qatar de impedir la solución de la crisis con el fin de «aumentar las presiones extranjeras» sobre Damasco. El diario también afirmó que el emirato, a través de su cadena Al-Jazeera, manipula la información sobre Siria. GARA