Ida de cuartos de la Copa
El que da primero... da dos
Los rojiblancos ponen en clara ventaja la eliminatoria tras pasar por encima, físicamente y por juego, de un Mallorca que dejó una muy pobre impresión. Sexto partido de los de Marcelo Bielsa sin encajar un gol
ATHLETIC 2
MALLORCA 0
Joseba VIVANCO
El que da primero, dicen, da dos veces. Anoche, el Athletic dio primero y por dos veces. Faltó el tercero para rematar la eliminatoria, pero si bien ni el oso mallorquín está cazado, ni su piel se puede vender antes de tiempo, tampoco este Athletic es la Real y el marcador que llevará a Mallorca la próxima semana bien puede valer una semifinal.
Si tras el meritorio 2-0 logrado pudiera caber algún sabor amargo, sería, precisamente, por no haber noqueado a un muy pobre equipo bermellón, que solo se mostró atrevido en los compases finales del partido y a base de bombadear con córnes el área rojiblanca. No hubiera habido pero alguno si hubiese sido un partido de Liga, pero en un torneo de la sorpresas como es éste, nunca se sabe. Eso sí, a favor de los de Bielsa cuenta el que ya acumulan su sexto partido consecutivo sin encajar un solo gol en su portería.
Este Athletic no se cansa. Domingo, miércoles, domingo, miércoles, sábado... Mientras, Joaquín Caparrós cambió durante el partido a sus tres mejores del día contra el Madrid y reconoció, tras el choque, que los bilbainos les habían metido un ritmo imposible de aguantar. Pero es que además de eso, San Mamés se deleita con un taconazo de Susaeta que le lleva a dar luego el pase del segundo gol, otro autopase de De Marcos, un cañito de Herrera, un gol de cabeza del más pequeño como es Muniain... El estado de ánimo sigue.
Solo hubo un equipo
El Athletic de los cinco primeros minutos recordó al del Albacete o el Levante, ritmo, verticalidad, bandas, incluso De Marcos consiguió llegar hasta la línea de fondo del área mallorquina para ceder atrás, aunque sin destinatario. El tiempo justo hasta que el equipo de Caparrós tejió su telaraña en campo propio para llevar la eliminatoria a su terreno. Encastillarse atrás y probar suerte a la contra, como la que tuvo, al minuto 6, el principal peligro bermellón, el Chory Castro, al que Gorka Iraizoz -sí, Gorka también juega en este equipo aunque no lo parezca- sacó con la manopla un endiablado balón que se colaba dentro.
Con el Mallorca asentado en la zaga, defendiendo a veces hasta con nueve al borde del área, recurriendo a la falta sibilina cuando la situación lo requería, los rojiblancos se vieron obligados a pausar su juego, mover el balón de lado a lado, atrás, por dentro, mascando la pelota en detrimento de la velocidad. Pero el fortín de Caparrós también tenía rendijas. Como la jugada que en el minuto 18 permitió a Aurtenetxe rematar en el segundo palo un balón puesto desde la banda y que salvó la mano de Calatayud.
Diez minutos después, con un Mallorca desaparecido en ataque, el Athletic volvió a encontrar un resquicio en la muralla balear, con un tiro del omnipresente De Marcos y que paró otra vez Calatayud, tras una buena triangulación por banda con pase atrás de Iraola. Se llegaba a la media hora de juego y un minuto después, Herrera enviaba un misil cerca del poste desde fuera del área.
No era un partido fácil para los de casa. Uno de esos encuentros en los que el gol vale su peso en oro. Perto el hermestismo mallorquín en torno a su portería tenía fisuras, no por dentro, como en demasiadas ocasiones se empeñaban Herrera o Muniain, sino por banda, y sobre todo por la izquierda, esa que tantas tardes de gloria ha dado a San Mamés. Y en una de ésas, Herrera acertó con un pase en profundidad para un De Marcos que ha regresado a su nivel, el alavés la picó desde la línea de fondo con un mensaje con destino Llorente diciéndole «métela», y a un metro de la meta visitante, el `9' remachó a la red. Lo más difícil estaba hecho.
Y un equipo que no sabe especular va a por el siguiente. La tuvo un Iñigo Pérez de libre directo al poco de saltar al césped por un `griposo' Iraola en la segunda mitad, pero quien la clavó fue, y de que manera, el más pequeño de la clase. Susaeta, grande ayer, se la llevó de espuela, la puso atrás y allí emergió Iker, dirigiendo su testarazo fuera del alcance del meta visitante. Lo siguiente a lo más difícil estaba hecho.
Un Mallorca fundido físicamente, sin ideas, ni siquiera reaccionó. El Athletic buscó el tercero, sin tener ocasiones claras, pero sabedor de que podía llegar en cualquier jugada. Y lo hizo, a falta de cinco minutos, pero el linier erró de una forma clamorosa en un fuera de juego señalado a Susaeta. Hubiera sido la sentencia. Pero para eso habrá que esperar una semana. No hay que vender la piel, pero este Athletic cada vez tiene mejor pinta.
El técnico rojiblanco Marcelo Bielsa no quiso ayer lanzar las campanas al vuelo, no es su estilo. Es más, instó a que se «enfrente el partido de vuelta sin considerar esta ventaja; debemos entender que empieza un nuevo partido con independencia de éste». A juicio del rosarino, el partido tuvo dos partes: una primera en la que «se atacó bien», pero en la que se dieron un par de opciones de gol al contrario, «sufrimos alguna situación de gol por encima de lo deseado»; y una segunda en la que «se defendió muy bien».
El balance del argentino es que el equipo estuvo, en términos generales, «sólido compacto y seguro». No quiso ir mucho más allá, ensalzando, eso sí, la implicación defensiva del conjunto, lo que se traduce en que la puerta de Iraizoz siga cerrada a cal y canto. Y hasta tuvo algunas palabras para Muniain, que anotó de cabeza. Para Bielsa, se nota una «evolución marcada» del jugador desde el inicio de temporada y una «mejoría con respecto al último partido».
En el banquillo rival se sentaba Joaquín Caparrós, quien compareció en el papel de víctima, esta vez con el resultado en franca desventaja. «Hay que darle el mérito al Athletic, que nos ha puesto un ritmo muy alto. hemos notado el desgaste físico del partido ante el Madrid», asumió de esta manera la derrota.
El andaluz recordó que Iraizoz sacó dos balones de gol en la primera mitad, pero también reconoció que en la segunda parte fueron incapaces de reaccionar. «Hemos estado a merced suya y sin intensidad», resumió. «En la segunda parte nos han puesto más intensidad ellos», añadió.
Alabó al Athletic, del que dijo «está muy bien, juega muy bien y físicamente están bien». Y a ello sumó «el plus de jugar en San Mamés». Sobre si la remontada, como ante la Real Sociedad, es posible, Caparrós contestó con un poco convencido «todo es posible», pero asumiendo que «lo tenemos difícil». Los propios jugadores bermellones confesaron, tras el choque, que el Athletic fue muy superior y que se trata de un equipo muy completo al que será complicado remontar dos goles de diferencia en la vuelta.