El informe del Consejo Escolar de de la CAV advierte al Ejecutivo de Lakua sobre el papel estratégico de la educación en la salida de la crisis y la necesidad de «consolidar y, en la medida de lo posible, incrementar los actuales niveles de financiación para aproximarlos a los referentes europeos». En este sentido, insta a que creen más plazas hasta los 3 años en las zonas donde la cobertura es la más baja, como son Bilbo, Gasteiz, Barakaldo, Basauri, Santurtzi, Mungia, Erandio, Galdakao, Sestao, Arrigorriaga, Sopela e Irun.

El Consejo demanda «criterios de armonización territorial» para que al menos del 20% de la población menor de 2 años pueda escolarizarse en la red pública y otro 40% en el resto. Insisten en la importancia de la escolarización a esas edades, que alcanza el 93% aunque no esté garantizado legalmente, ya que han comprobado que quienes no se integran en la red son aquellos que habitan en zonas con un bajo nivel socioeconómico. Argumentan que «puede resentirse la euskaldunización temprana o el desarrollo inicial de otras competencias en ese alumnado que va a presentar mayores necesidades».

Esta oferta escolar «insuficiente» se extiende a Educación Infantil. Además, han comprobado que Lakua no ha avanzado en la distribución equitativa del alumnado inmigrante, con la excepción de Gipuzkoa y los centros concertados de Kristau Eskola, achacando a las Comisiones Territoriales de Escolarización tal responsabilidad.

En cuanto a la evaluación, al Consejo le preocupa que al acceder al sistema educativo bilingüe -donde hay una tendencia «imparable» hacia los modelos D y B- el 70% de niñas y niños desconozcan una de las lenguas, le resta tiempo a profundizar en las demás materias ya que se deben destinar más horas al área lingüística.

Ante el reto de la euskaldunización, la presidenta del Consejo, María Luisa García Gurrutxaga, confesó echar de menos un mayor «acompañamiento» en el ámbito familiar y social.

Puntos negros

El deficiente conocimiento del euskara, destaca el análisis, «representa un límite para los aprendizajes de las otras materias donde el euskara es lengua curricular. Los puntos negros del sistema educativo en la CAV son, según diferentes evaluaciones, la escasa competencia en euskara en el modelo A en la red privada, así como el 3% del alumnado que estudia en castellano en la pública, junto al 5-7% que lo hace en el modelo B en los centros controlado por Lakua.

Al igual que ha hecho en otras ocasiones, el Consejo Escolar de la CAV reitera la necesidad de una reflexión sobre el sistema de modelos actual. Respecto a la vía de experimentación emprendida por el departamento de Isabel Celaá con el Marco de Educación Trilingüe (MET), se ratifican en la necesidad de que se establezcan niveles de referencia para cada una de las lenguas del currículo -castellano, euskara e inglés- «que permitan situar a cada centro ante el reto de sus propias necesidades».

Fijan especialmente su atención sobre el euskara, la lengua curricular más elegida en la educación básica, ya que el 60% de las materias y áreas se imparten en ella, un 25% en castellano y un 15% en inglés. Ante la previsión de que se extienda esa experiencia piloto al conjunto del sistema, recomienda a Lakua que «se tenga en cuenta la realidad sociolingüística de la zona y los resultados del centro en las lenguas evaluadas, y se dé prioridad en cada centro a la lengua o lenguas con más margen de mejora respecto a los objetivos establecidos como comunes a todos los centros del sistema, siguiendo la misma lógica que se emplea con el resto de las competencias educativas básicas».

En el ámbito de la planificación, los agentes educativos inciden en la importancia de que los responsables gubernamentales consideren la importancia de destinar más dinero público para avanzar hacia una educación de más calidad. Apuntan a que esto supone una diversidad de recursos: profesores de conversación, cursos de didáctica de las lenguas y más medios para los centros con unos niveles de evaluación más bajos.