La juez ha absuelto a los tres menores que habían sido acusados de participar en los incidentes del chupinazo de Sanfermines de 2010, ya que no se les ha podido identificar. Los altercados se produjeron después de que la Policía Municipal de Iruñea cargara contra un grupo de jóvenes que trataba de introducir una enorme ikurriña en la Plaza del Ayuntamiento, y degeneraron en varios lanzamientos de botellas contra los agentes. Una de estas botellas impactó en un hombre que sufrió lesiones de carácter permanente.

El relato de los hechos del tribunal no resulta crítico con la actuación policial, pero los agentes han sido incapaces de identificar a los jóvenes y, además, la documentación gráfica que aportaron ha hecho imposible su reconocimiento.