Comerciantes, consumidores y sindicatos rechazan abrir en festivo
Asociaciones de comerciantes, organizaciones de consumidores y las centrales sindicales ELA, LAB, CCOO y UGT anunciaron ayer en Bilbo que el próximo 11 de marzo realizarán una manifestación conjunta en Bilbo «en contra de la apertura de los comercios en domingos y festivos y en defensa del pequeño comercio». Todos defendieron el acuerdo tácito que existe y rechazaron la desregulación porque «generará más precariedad, cierres y más desempleo».
Juanjo BASTERRA |
La polémica apertura de algunos comercios en festivos y domingos durante las últimas semanas ha generado una reacción unitaria entre los representantes de los trabajadores -ELA, LAB, CCOO y UGT-, así como de la Asociación de Comerciantes Euskal Dendak y la Organización de Consumidores y Usuarios vasca. Todos ellos se manifestaron en contra de la desregulación y han convocado una manifestación para el domingo 11 de marzo, que partirá de la plaza Eliptika a las 12:00 bajo el lema «Jaietan denok jai. Por un consumo sostenible y en defensa del empleo en el pequeño comercio».
De forma unitaria, asociaciones de comerciantes de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, asociaciones de consumidores y centrales sindicales tacharon de «apertura aislada» lo que se produjo hace unos días atrás en Bilbo, aunque remarcaron que fue propiciado «por la actuación de determinados cargos institucionales y públicos».
«Cero aperturas»
Sin embargo, estos colectivos agraviados por la apertura en festivos y domingos de las granes empresas comerciales señalaron que «esta pugna viene de lejos» y que «cada cierto tiempo» retoma la actualidad por acciones individuales, sobre todo en Bizkaia, porque ni en Gipuzkoa ni en Araba se han producido de esta manera, sí, en cambio, en Nafarroa. «A pesar de que la legislación permite a los grandes establecimientos la apertura de un máximo de ocho festivos al año, el status quo actual en la CAV es de cero aperturas», explicaron ante los medios de comunicación.
«La gran mayoría de los comerciantes, que saben que a la larga la medida de desregulación solo favorece a las grandes superficies», según recordaron desde Euskal Dendak y añadieron que «la sociedad vasca en su condición de consumidor no demanda la apertura en festivos y domingos».
También añadieron que «la desregulación de los horarios comerciales atañe también al modelo de sociedad, ya que ataca frontalmente el modelo de consumo y de ciudad que defendemos». Por lo que aseguraron que «las leyes debieran regular y dar cobertura a las necesidades y demandas de la sociedad que, como todos los vascos, no demandamos la apertura. Entendemos que es una norma que busca la salvaguarda y defensa de los intereses de negocio de una minoría».
En este sentido, el representante de la asociación de consumidores remarcó que en las encuestas que realizan desde el año 2000 se mantiene un fuerte rechazo a la apertura de los comercios en domingos y festivos, que supone el 94% de rechazo.
De hecho, los representantes de Euskal Dendak y las centrales sindicales recordaron que cuando se acordó el acuerdo tácito «también se contempló la posibilidad de una jornada laboral de 72 horas a la semana durante seis días. Es suficiente así», precisaron. Porque, a su juicio, la desregulación de los horarios «nos llevaría a una `ley de la selva' a favor de los interes de las grandes cadenas comerciales, que sí quieren abrir».
En nombre de los cuatro sindicatos, Marije Fernández mostró «las siete mentiras» que se esconden tras los argumentos de las grandes superficies comerciales y de los gobernantes.
La primera es que «una vez al año no hace daño». «Así se empezó en Madrid, con cuatro aperturas, y ahora les permiten 365 días». La segunda, como explicó, es que «aumenta la actividad económica». No obstante, señaló que eso es incierto porque «es un argumento muy utilizado en esta crisis. Que el volumen de ventas aumente depende de la capacidad del gasto de los consumidores y, en todo caso, trasladaría las ventas de los días laborales a los festivos y domingos».
Tampoco aceptan que la apertura cree empleo, ya que «no llegaría ni a la mitad del que se destruiría por el cierre del comercio tradicional» y, a la vez, los sindicatos denuncian que el empleo empeoraría.
Otro de los engaños se encuentra en que «nos dicen que son los consumidores quienes reclaman esas aperturas, pero ya ha comentado el representante de la Asociación de Consumidores EKA-OCU que el 94% de los encuestados rechaza esa medida». Desmienten que «dé más libertad a los consumidores», porque «tienen 72 horas a la semana para hacer compras, y, además, si abren las grandes superficies «agudizaría el desplazamiento del comercio desde el centro a la periferia». Tampoco hay «una mejora de la oferta», porque «las grandes cadenas comerciales terminan por imponer sus criterios» y, por último, «es mentira que se haga con trabajadores voluntarios, sino que la precariedad aprieta y obliga a otros». J. BASTERRA