Xala, con una buena actuación en el frío partido de ayer en el Izarraitz de Azpeitia, enredó en el debate abierto sobre la desigualdad existente en la presente edición del Parejas. Y es que, el choque de ayer puede servir de argumento tanto a aquellos que defienden que la competición carece de interés tras otro partido sin historia ni emoción, como a aquellos que argumentan que hay alternativas a los dos líderes actuales. Con el de Lekuine activo y fresco como en las dos últimas semanas, los de Aspe pueden ejercer de contrapoder y el próximo viernes en Hendaia -se miden a Olaizola II-Begino- será el momento de probarlo.

Si el vigente campeón del Manomanista fue la cara de la gris jornada ayer en Azpeitia, Aritz Begino, defensor de la txapela del Parejas, demostró ser un campeón en apuros. Sin ser definitivo matemáticamente, con la derrota y el marcador de ayer, el de Auza está virtualmente fuera de poder defender estatus y las sensaciones no son mucho mejores que los números.

A priori, un frontón largo y con el frontis tan alto parecían jugar de su lado pero, hoy por hoy, al gigante de Auza le cuesta dominar a sus rivales -no lo hizo en ningún momento con un muy sobrio Laskurain- y todas las opciones de su pareja, ya sea con Arretxe II o con Saralegi, pasan por cumplirse esta primera ecuación. Desde el primer pelotazo, el zaguero de Soraluze le buscó su izquierda con bastante acierto y Ekaitz Saralegi apenas tuvo opciones de entrar en juego. Si a esto le sumamos que el de Amezketa encima no tuvo fortuna con la chapa y que entre Xala y Laskurain apenas fallaron tres pelotas, el resultado fue un partido de esos que se están repitiendo con excesiva asiduidad en este Parejas.

Dos acciones de clase del de Amezketa llegaron a igualar el partido 4-3, pero fue una anécdota en el dominio de los colorados que, tras un inicio frío de Parejas, ya están en la pomada.

A reconciliarse con el Adarraga

Hoy a la tarde la actividad volverá al Adarraga, donde Titín querrá reconciliarse con un recinto en el que no ha conseguido la victoria en los tres últimos partidos de campeonato que ha disputado. La pareja riojana volverá así a contar con el favor del público ante Bengoetxea VI-Apraiz, en un partido en el que la necesidad aprieta más a los de Aspe que, con una sola victoria, corren el peligro de descolgarse demasiado pronto, a pesar de haber sido la dupla que más a apretado a las dos referentes de este Parejas.

Los de Asegarce llegan tras el ejercicio de impotencia de la semana pasada en el Labrit ante Olaizola II-Beroiz y, con un triunfo más, tampoco están como para relajarse, ya que por detrás aprietan y la semana que viene esperan Irujo-Barriola.