La Diputación de Gipuzkoa renuncia a participar en la planificación para los próximos cuatro años de la obra social de Kutxa, «mientras la entidad mantenga la exclusión política», según explicó la Administración foral que dirige Martín Garitano.

Estaba previsto, como destacó ayer, a través de una nota informativa, que el Ayuntamiento de Donostia y la Diputación, entidades fundadoras de Kutxa, participaran en las sesiones convocadas para definir la política social de la caja guipuzcoana. Pero la decisión tomada el jueves por PNV, PSE, PP y UpyD de retrasar las asambleas de las cajas ha provocado la renuncia, porque la Diputación de Gipuzkoa entiende que la decisión parlamentaria pretendió «apartar a Bildu de los ámbitos de decisión. Esa medida supone la exclusión de la Diputación de Gipuzkoa».

De esta manera, no participó en la sesión que pretendía diseñar la obra social de los próximos cuatro años, ya que el Consejo de Administración designado en su momento «resulta ilegítimo» y porque la decisión tomada por los partidos del Parlamento de Gasteiz de posponer las asambleas «no hace más que alimentar esa injusticia», explicó la Diputación. Remarcó que «la planificación de la obra social debe estar liderada por el próximo Consejo de Administración, y no por un consejo ilegitimo que tiene como base la exclusión de la fuerza política más importante de Gipuzkoa».

La creación de Kutxabank con la integración de las tres cajas: BBK, Kutxa y Vital, divide el ámbito financiero, que pasa a manos del banco local, mientras que las cajas de ahorro mantienen su control de lo que es la obra social. En este caso, el Gobierno de Gasteiz está tramitando una nueva legislación de las cajas de ahorro que modificarán las asambleas y los consejos, pero PSE, PNV, PP y UPyD acordaron «retrasar la tramitación de la ley con el fin de evitar actualizar los órganos de dirección, lo que permitiría a Bildu entrar en los mismos».

Esa situación provocó el rechazo de la formación independentistas que explicó que «la presencia de Bildu incomoda a los partidos que defienden y continúan apostando por la privatización de Kutxabank, por un modelo especulativo, por abandonar Euskal Herria y apostar por hacer negocios en España y desmantelar la obra social».