La «trilogía» entre Real Madrid y Gescrap Bizkaia Bilbao Basket tendrá esta tarde su segundo capítulo, nuevamente en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, después del choque de Euroliga disputado el pasado día 1. Puesto que en aquel primer envite el Real Madrid se imponía con relativa comodidad, la intención bilbaina no es otra sino devolver el golpe, aunque para ello deberá mejorar bastante sus prestaciones.

«No entramos en el espíritu del partido. Ante un equipo con tanto talento, al que le gusta correr, tiene muchas opciones y jugando en su casa, resultó decisiva para la dinámica del partido nuestra falta de intensidad defensiva», declararía tras el primer partido un Fotis Katsikaris disgustado, sobre todo porque los suyos abdicaron de llevar el ritmo del encuentro ante Sergio Rodríguez y Sergi Llull, los dinamizadores del juego merengue, gracias en gran parte a las facilidades obsequiadas por los hombres de negro.

«Era un partido difícil. Empezamos muy flojos y contra un equipo como el Madrid no podemos hacer eso. En la segunda parte jugamos mejor pero ya era tarde», añadía Josh Fisher, uno de los damnificados por el gran partido de los bases madridistas. Por ello, el base hispano-estadounidense, apostillaba que su equipo «debe ser más duro» en la cita de esta tarde.

Al final, lo que de veras importa es quién lleve la batuta del encuentro. Rodríguez y Llull bajan mucho sus prestaciones si no pueden correr, así como Aaron Jackson -completamente desaparecido el pasado miércoles-. Por este motivo, cuanto más comodos se encuentren los bases bilbainos, más fácilmente fluirá su juego.

En este sentido, Dimitris Mavroeidis se mostraba optimista para el segundo choque de la trilogía. Según el pívot heleno, «los conocemos, sabemos qué hacer y vamos a estar mejor que el miércoles».

De cara al duelo de esta tarde, Janis Blums sigue siendo duda en el plantel bilbaino, mientras que Samb podrá disponer nuevamente de minutos.