El número de civiles muertos por la guerra en Afganistán se incrementó por quinto año consecutivo en 2011 y alcanzó lo 3.021, según un informe de Naciones Unidas, lo que implica 231 civiles muertos más que durante 2010.

De acuerdo con el informe, un 77% de las muertes fueron atribuibles a atentados suicidas y bombas de los talibanes, un 14% a operaciones de fuerzas gubernamentales o de los ocupantes, sobre todo bombardeos aéreos, y el 9% restante no fue imputable a ninguno de los dos bandos.

Tras denunciar el incremento de la muerte de civiles, el representante especial de Secretaría General de la ONU en Afganistán, el eslovaco Jan Kubis, instó a las partes a revertir esa tendencia. «Los civiles pagan el precio más alto en esta guerra», indicó.

En el informe se señala que 11.864 personas no combatientes han perdido la vida por acciones armadas en Afganistán desde 2007, cuando se disparó la espiral de muertes de civiles en un conflicto que se inició hace ya más de una década.