La Real no pudo dar la sorpresa y encajó su decimocuarta derrota consecutiva en el Camp Nou, pero lo hizo con toda dignidad, sobre todo en una buena segunda parte. Como en el partido de Anoeta, se dedicó a aguantar en la primera para mostrarse más ambiciosa tras el descanso y logró que el Camp Nou tuviera que pedir la hora al final.

El resultado no refleja lo que fue el encuentro, porque el Barcelona generó oportunidades suficientes para ganar con más claridad, pero Messi tuvo su día más desafortunado. Necesitó media docena de ocasiones para marcar su gol y la Real supo sufrir para mantenerse en el partido desde principio al final.

Con nueve jugadores de Zubieta en el once inicial, la Real confirmó la dinámica positiva de las últimas jornadas. Estuvo muy solidaria y predispuesta al trabajo defensivo en el primer tiempo y en el segundo se mostró muy valiente. Adelantó líneas, la mayoría de las ocasiones del Barcelona llegaron al contragolpe, y Montanier acabó con todos sus delanteros en el campo buscando la portería rival.

Da igual quiénes jueguen

A la Real le ayudó que Guardiola diera descanso a cinco jugadores titulares al priorizar el partido de Copa, pero el Barcelona demostró que no importa quiénes juegan. Salga el que salga tienen asimilada una forma de jugar bien definida y los azulgranas dominaron a la Real de salida, aunque Ifrán tuvo una clara ocasión para marcar el 0-1 a pase de Griezmann y no acertó ante Víctor Valdés.

Fue la única oportunidad clara de la Real en el primer tiempo, mientras que el Barcelona tuvo media docena de ocasiones claras, con tres buenas intervenciones de Bravo, dos de ellas ante Messi. No pudo evitar el gol de Tello, que causó demasiados problemas a Carlos Martínez. El navarro en esa jugada no supo aguantar la línea y habilitó al extremo canterano.

Fueron 25 minutos en los que el Barcelona fue muy superior, acaparó la posesión de balón y además su presión impedía a la Real dar tres pases seguidos y salir de su campo. En los últimos veinte del primer tiempo los blanquiazules contuvieron mejor el acoso rival y lograron irse al descanso con el 1-0, lo mejor del primer tiempo.

Eso permitía a la Real buscar el empate, como en un remate claro de Griezmann tras ayudarse con el brazo que detuvo Valdés. Aunque el Barcelona dominaba y tenía más claridad en sus llegadas al área de Bravo, la Real jugó más en el segundo tiempo en el campo del Barcelona, lo que permitió a los azulgranas tener más espacios.

Los aprovechó Messi en su tercera clara ocasión del segundo tiempo. En la primera, tras superar a Bravo, no pudo con Iñigo Martínez. Luego remató al larguero en una jugada afortunada que acabó con gol anulado por fuera de juego de Alves a disparo de Tello y en la tercera rompió de tiro cruzado su peor racha de la temporada de tres partidos sin marcar.

El 2-0 significó un punto de inflexión en el encuentro porque Griezmann culminó su buena segunda parte con un buen servicio que Vela aprovechó y a partir de ahí la Real se fue a por el empate, aunque sin crear ocasiones. Así se fue de vacío como casi siempre, pero cayó con toda la dignidad. Y eso no es poco cuando se visita el Camp Nou.