Cuando se publican los datos del paro registrado o la encuesta de población activa siempre escucho a los empresarios que es un mal dato, y se lamentan. Es como si los parados bajaran del cielo por arte de magia y se colocaran en la fila de cada oficina de Lanbide. No. Hay más parados porque los «señores empresarios» echan a la gente, con excesiva facilidad, lo que no ocurre en Alemania, por utilizar un ejemplo que le gusta al director gerente de Mutualia y presidente de Confebask, Miguel Angel Lujua. Fácil y sencillo. La pregunta es ¿por qué? La respuesta que nos dicen es que ha bajado la actividad económica, cierto; pero, ¿esa caída es tan importante para enviar a 206.016 personas al desempleo en Hego Euskal Herria? En 1996, tras la crisis, el mercado laboral vasco acogía a 204.300 desempleados, menos que en este momento. Enero se ha cerrado con una tasa de paro del 15,07% de la población, cada vez más cerca del récord español, y somos el quinto país en paro de la UE-27. ¡Increible!

A nuestros gobernantes y empresarios se les llena la boca diciendo que somos un país avanzado y desarrollado, pero ¿qué hacen para evitar el desempleo, la elevada precarierdad, los bajos salarios y un largo etcétera? Nada. Es lo que quieren, un mercado sin muchas reglas para que aceptemos sus migajas, mientras ellos se forran.

En 2007, último año de crecimiento desbocado de los bolsillos de estos «señores empresarios» en Hego Euskal Herria había 96.157 personas en paro. Sí, hemos leído bien: unos se forraban y otros al paro, como ahora. Hemos cerrado enero de 2012 con un 112,46% más que hace cuatro años. Estos son los empresarios innovadores y punteros. No me lo creo.

Además, un 41% de los parados no percibe prestación económica alguna. ¿Qué hace la Administración? Algo que a nadie con dos dedos de frente, como se suele decir, haría: recortar los gastos sociales y poner más trabas para que los más necesitados se queden sin nada.

Les parece poco que la tasa de pobreza haya crecido un 13,45% entre 2009 y 2010 hasta atrapar a 390.989 personas. Mientras tanto, los bancos, las empresas y las grandes familias siguen ganando y obteniendo elevados beneficios a nuestra costa.