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Raimundo Fitero

Los bigotes

El cambio del partido llamado socialista significa que nada cambie. Todo ha vuelto a su sitio, es decir a la inexistencia ideológica, al seguidismo, a la oposición de las formas, a dejar pasar el tiempo para acabar en el destino final. La incorporación de ese simulacro de lehendakari, Patxi López, en la ejecutiva de Rubalcaba se analiza como adelanto de elecciones. Nieva. Que pase este temporal. Nos quedamos con unas caras limpias con bigotes pintados que nos abren las puertas al otoño, cuando estamos en invierno. O como dijo una locutora televisiva, se trata de la colección de otoño del año que viene. Eso sí que es ir adelantados.

Las semanas de la moda vienen patrocinadas y se llaman como la empresa que paga el evento. La de Madrid, en inglés naturalmente, con una marca de automóviles con nombre de mujer. Nos provoca una digresión la importancia de la moda, de tal manera que cualquier evento de estas características aparece como cierre en los noticiarios de casi todos los canales. Por cierto, con reportajes de manual en cada temporada. Como si no existiera otra manera que informar de eso que se nos aparece como una pasarela de veleidades, un espectáculo en el que no se fija nadie en la ropa, sino en los cuerpos, o, ganando terreno de manera constante: el espectáculo colateral, el número que montan los exhibidores, para que su marca suene, y para que su figura, suba en la bolsa de valores.

Esta semana madrileña nos ha traído dos detalles: uno de auténtico pánico en su mensaje subliminal: una pasarela realizada en el pasillo de un avión en un vuelo Madrid-París. Se eligió una compañía de bajo coste, lo que rebaja el glamour de la iniciativa. Y la última, hacer desfilar a las señoritas con bigotes pintados. Obviamente, nadie recuerda ni al artista que los ha pintado, ni la colección. Pero ocuparon minutos televisivos, que se traduce en publicidad según los criterios del mercado. Si uno pasea por los grandes núcleos de población, con la uniformidad de marcas y tiendas, ¿dónde circulan estos creadores tan protegidos? Parece que Adolfo Domínguez está a punto de la quiebra económica. Por bigotes que no sea.

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