Si de algo pueden estar orgullosos los aficionados de la Real, es de la cantidad de jugadores con talento que están saliendo en los últimos tiempos de Zubieta. No es una novedad, claro está, pero el perfil de jugador con calidad suficiente para tocar el balón en el centro del campo y hacer un juego más vistoso es algo que se ha hechado en falta en temporadas anteriores.

Como quien no quiere la cosa, los dos jugadores que comparecieron ayer en la sala de prensa de Zubieta fueron Asier Illarramendi (21 años) y Rubén Pardo (20), dos de los jóvenes que más ilusión han suscitado entre la parroquía txuriurdin. El primero, recién recuperado de una larga lesión de menisco, se autodestacartó para el partido del lunes frente al Sevilla, por lo que las opciones para entrar en el once del segundo, que ya fue titular en Barcelona, van aumentando considerablemente.

«En un principio iba a entrenar con el primer equipo y jugar con el Sanse, pero por circunstancias malas, por lesiones sobre todo, estoy contando con algún minutillo más de lo que pensaba», reconocía Pardo, consciente de que la baja segura de Zurutuza y los problemas que arrastran tanto Gorka Elustondo como Markel Bergara le pueden abrir las puertas.

Pardo valoró muy positivamente su actuación en el Camp Nou, un escenario sin igual para cualquier jugador, más si cabe para uno que tiene todavía ficha con el equipo filial: «Salí del partido muy contento. Fue una experiencia muy bonita en uno de los mejores campos que hay. Siempre tienes algo ahí dentro cuando te vas a enfrentar por ejemplo a Leo Messi, que es el mejor jugador del mundo, pero desde el principio estuve metido en el trabajo que tenía que hacer en el campo y la verdad es que todo fue muy bien».

«Triunfar en la Real»

El centrocampista riojano, que llegó a Zubieta en edad infantil, dijo sentirse muy a gusto con el staff técnico del club, en especial con su entrenador. «Desde el primer día que vine del Europeo Montanier me trató muy bien y me dio su confianza. Día a día me ayuda y me dice lo que tengo que hacer para entrar en el grupo lo mejor posible».

También tuvo palabras de elogio hacia sus compañeros, dejando claro que «desde el primer día me trataron muy bien, me ayudaron todo lo posible, sobre todo los líderes del vestuario». Unos líderes en los que se fija para seguir creciendo como jugador: «Por ejemplo el `capi', Aranburu, que lleva muchos años aquí y es muy bueno. Me fijo en él, como me puedo fijar también en Xabi Prieto o en cualquier otro jugador del primer equipo, porque si no fueran buenos no estarían ahí».

Unos elogios que se intercambian en ambas direcciones y que, digan lo que digan, no le hacen perder la cabeza al joven centrocampista. «Yo desde pequeñito llevo aquí, que vine con doce años. Lo que tengo en la cabeza es triunfar en la Real si puede ser», sentenció.

«Me falta confianza»

Unas ganas de triunfar que comparte, cómo no, con su compañero Asier Illarramendi. Preguntado por sus opciones de jugar contra el nuevo Sevilla de Míchel, el de Mutriku dijo que «todavía es pronto. He estado dos meses y medio parado y he empezado esta semana a entrenar. Voy bien pero para estar el lunes es pronto todavía».

Illarramendi explicaba que «de físico hasta ahora he andado bastante bien, pero me falta confianza con la rodilla en algunos apoyos, en algunos tiros, al meter el pie...», añadiendo que «con el tiempo ya iré cogiendo confianza» y consciente de que «ahora el equipo está bien, últimamente se han sacado buenos resultados y lo tendré difícil para meterme en la convocatoria, pero lucharé para ello».

Por último, el jugador reconocía que estar más de dos meses trabajando en solitario no ha sido fácil para él. «He estado dos meses y medio fuera de los terrenos de juego y al final se te hace difícil. Estás solo trabajando en el gimnasio, ves a todos los demás disfrutando en el campo, y tú los tienes que seguir desde fuera. Yo también quiero estar ahí, como todos los lesionados, y sí que se hace duro», relató el mutrikuarra.