Otra vez en el maldito descuento. Otra vez con la campana encima, pero esta vez con uno menos sobre el césped, aunque en un encuentro en el que el Betis mereció más y seguramente esos tres puntos. Un Athletic irreconocible, sin posesión de balón, con sus líneas muy alejadas, sin continuidad en su juego, y eso ante un Betis que casi se jugaba la vida y que empujó hasta el final con esa convicción, justo hasta ese minuto 90 en el que consiguió el tanto de la victoria.

Estaba el Athletic ante una nueva oportunidad para dormir en puestos Champions, como ante el Espanyol, pero volvió a fallar. Lo peor es que Marcelo Bielsa va a tener mucho trabajo con su famoso puntero láser con el que señala los errores en sus famosos vídeos postpartido.

El mejor hombre del Athletic en la primera mitad fue Javi Martínez -en la segunda un pletórico De Marcos- marcando el empate y siendo el apagafuegos de la defensa en cada acción bética. Si eso es bueno o malo, será cosa de Marcelo Bielsa. Lo que sí parece claro es que este equipo echa en falta y mucho a Ander Herrera como cerebro de su zona central. Sobre todo anoche, en que el Betis incomodó hasta el extremo cualquier salida fluida del balón desde Iraizoz. Y quizá eso provocó que Llorente fuera más Gary Cooper que nunca, solo ante el peligro, con un monumental boquete entre defensa y ataque.

Y eso que en los minutos iniciales de partido el Athletic salió a jugar en campo contrario, con hasta seis jugadores en la primera jugada de ataque. Pronto, al minuto de juego, el brasileño Iriney, el más faltón de la Liga, cometía la primera infracción de las trece que los andaluces iban a sumar en los primeros 45 minutos, por solo tres el Athletic. Ese hambre de los de Mel, empujados por el precipicio de los puestos de descenso, lo mantuvieron sin descanso, sobre todo después de que comenzara a estirarse y en una vertiginosa diagonal del habilidoso Jefferson Moreno -que dejó en evidencia a Iraola-, Rubén Castro la clavó.

Tardaron los de Bielsa en reaccionar, en verticalizar su juego y crear peligro, y sin hacerlo en exceso se encontraron con el gol de Javi Martínez, de córner: tercero del de Aiegi, tercero suyo de cabeza y décimosegundo a balón parado, el segundo equipo tras el Madrid más anotador con este arma. Y quien casi la arma es Iñigo Pérez en un chutazo desde lejos que se quitó de encima un gran Fabricio.

Pero lo de los rojiblancos fue un amago, porque avisó Montero con un disparo fuera y el Betis volvió a dominar el correcalles. Era como si el Athletic se hubiera dado un respiro tras el empate, eso sí, a cambio de pasar apuros atrás. Un partido de ida y vuelta, jugado a rachas, con los verdiblancos mejor a los puntos. Y ese empuje local y esa discontinuidad visitante propiciaron dos inmejorables ocasiones béticas. Primero un pase que cortó providencial Javi y luego un larguero de Montero -el Betis es el equipo que más palos suma de la Liga-.

Lo mejor era llegar en tablas al descanso para tratar de poner remedio. Lo hizo Bielsa sacrificando una vez más a Iñigo Pérez y dando entrada a San José para fijar una defensa de tres. Cambios que casi se van al traste si Iraizoz y el larguero -otro más para el Betis- no evitan el segundo a los dos minutos. Fue como el pistoletazo de salida a un encuentro desbocado, sin pausa, con un enorme cabezazo de Llorente que paró Fabricio y otro de Salva Sevilla que se fue fuera, un partido sin ni una posesión medianamente larga por parte de los rojiblancos, con un Betis mucho más cómodo, y que lo estuvo mucho más tras la expulsión de Javi Martínez por una muy rigurosa doble amarilla. El Athletic igualaba al Sevilla como equipo con más expulsados, seis, en la liga. ¡Y qué partido más largo con 25 minutos por delante!

Y a fe que lo fue. Fuera un desangelado Muniain y adentro otro central, Ekiza, y a defender el punto como gato panza arriba, incluido Llorente si hacía falta, y con Bielsa acordándose en la banda de lo que no está escrito. El Betis rondó el área de Iraizoz como quien ronda a la novia. Lo cercó en su portal y al final consiguió llevársela al huerto. Y muy al final. Había tenido sus ocasiones, como la de Rubén Castro delante de los morros de Iraizoz y a la que no llegó, o el misil de Beñat que mandó el navarro a córner. Ni así.

Pero el Betis es líder de la Liga en sacar puntos en los cinco minutos finales y el Athletic todo lo contrario. Y con esas premisas, el resultado parecía evidente. Pero también justo. Tanto fue el córner a la fuente que, al final, terminó en el fondo de la red rojiblanca. Una película que ya habíamos visto. Nelson, desde fuera del área, aprovechó un rechace y terminó de cazar a los leones. Era el minuto 91. Y eso ya no lo arreglaba ni Toquero, que salió en el 92.