Hace apenas seis semanas, todo Osasuna rezumaba optimismo. Tras el descanso navideño, el equipo retomaba la competición en posiciones europeas y con tres encuentros consecutivos en el Sadar en lontananza, tras el derbi de Anoeta. Viendo la trayectoria del equipo en su estadio, las cuentas de la lechera parecían inevitables.

Pero llegaron más disgustos que puntos y, en una Liga más apretada que nunca, los rojillos se vieron descabalgados de las primeras posiciones y con la palabra crisis llamando insistentemente a la puerta. Un partido ha bastado para voltear de nuevo la situación. Aunque, evidentemente, no fue un partido cualquiera. Osasuna recupera moral y, a efectos más prácticos, se sitúa a un solo punto de la cuarta plaza, ahí es nada. Pero los rojos no quieren dejarse llevar. Reina la moderación, aunque el optimismo también encuentre hueco para colarse.

Patxi Puñal es, probablemente, quien mejor personifique esa combinación. Y le vale tanto para digerir la victoria frente al Barcelona como para mirar al futuro más próximo. Sobre el encuentro ante los culés, el capitán rojillo cree que, sobre todo, servirá para motivar al equipo, más que para invitarle al relax. «Nos ha aumentado la autoestima -subraya-. El equipo ha asimilado bien la victoria. Es una de las semanas en la que nos hemos entrenado con más intensidad y mejor desde hace mucho tiempo». No es solo una cuestión de ir a trabajar con la sonrisa puesta. «Todos nos dimos cuenta de que haciendo las cosas bien, jugando a tope, se puede ganar». Al Barcelona y, por extensión, a cualquiera.

Por ejemplo al Sevilla. Más aún teniendo en cuenta que éste parece el peor Sevilla de los últimos años. Pero el tono, dos tercios de moderación y uno de optimismo, no cambia. «No están en buena situación, pero para sacar algo de allí igualmente hay que hacer las cosas muy bien», empieza advirtiendo Puñal. «El partido va a ser duro y necesitaremos marcar algún gol. Aquí fuimos superiores en cuanto a juego (el encuentro de la primera vuelta en el Sadar acabó con empate a cero) y, si allí no lo somos, sí que lo tendremos que ser en otras cosas. Estar en su campo, crearles ocasiones, generarles dudas...». Pero con mucho trabajo, no en vano sigue siendo el Sevilla, necesita reaccionar y puede que además sea «un equipo aún más herido al haber perdido el primer partido con el nuevo entrenador».

Pero «se puede» -llega el tercio de optimismo- y ganar en el Sánchez Pizjuán supondría, además, «una inyección de moral tremenda». Aunque, aún así, la perspectiva de futuro mantendría las proporciones. Es decir, Osasuna puede aspirar a cumplir cualquier sueño, pero primero debe centrarse en su único objetivo cierto y concienciarse de que no es el único equipo en esa situación. «No nos disgusta mirar la clasificación -reconoce el capitán iruindarra-, pero sabemos que es fútbol y hay mucha igualdad entre la zona media-alta y media-baja».

Tanto que si el Sevilla, en plena crisis y pegado al descenso, gana mañana, se situará a solo dos puntos de Osasuna, que ahora mismo mira de reojo la Liga de Campeones. Casi toda la categoría en un pañuelo, pese a que se ha disputado más de una vuelta. Por eso insiste Puñal en que «nos lo tenemos que tomar con tranquilidad y ya veremos dónde estamos en un par de meses. Este año hay un puesto europeo para el equipo que haga bien las cosas. Ojalá seamos nosotros, pero primero tenemos que sumar 44 o 45 puntos».