A última hora de la tarde de ayer, la expresa donostiarra Arritxu de Andrés fue objeto de un primer recibimiento por parte de sus convecinos del barrio de Gros donde varias dotaciones de la Ertzaintza hicieron acto de presencia, si bien el acto ya había finalizado para entonces.

De Andrés terminó ayer de cumplir la condena de nueve años que le impuso la Audiencia Nacional por integración en ETA en noviembre de 2006 en el marco del primer juicio de las llamadas «detenciones preventivas». La donostiarra fue detenida en febrero de 2003 y denunció haber sufrido malos tratos y amenazas de carácter sexual durante su estancia en dependencias policiales. Aunque fue conducida ante el juez Baltasar Garzón el 22 de febrero, este la mantuvo incomunicada trece días más.

Dos menos en Estremera

Justo a la misma hora en que Arritxu de Andrés recibía el calor de amigos y vecinos, allegados de Lander Etxeberria y de Lorena López Díez conseguían por fin abrazarlos tras su salida de la cárcel de Estremera.

Los dos presos abandonaron juntos el centro madrileño hacia las 20.15, después de que sus familias certificasen el pago de sendas fianzas de 10.000 euros fijadas por la Audiencia Nacional para su puesta en libertad provisional. El vecino de Villabona, Lander Etxeberria, fue detenido en Bera el 14 de abril de 2011 acusado de haber sido el enlace de los hermanos Aitor e Igor Esnaola arrestados en Legorreta.

Lorena López también ha permanecido casi un año en prisión. Fue detenida el 1 de marzo de 2011 en una redada realizada en Bizkaia junto a Iñigo Zapirain, Beatriz Etxebarria y Daniel Pastor que, precisamente, están siendo juzgados estos días.

Por otro lado, el azpeitiarra Iker Iparragirre fue entregado a Madrid ayer tras finalizar los cuatro años de condena en el Estado francés y enviado de nuevo a prisión mientras el juez resuelva sobre su situación.