Un palestino de 25 años, Talat Ramia, murió ayer tras recibir un disparo durante un enfrentamiento con el Ejército israelí junto al paso de Qalandia, cerca de la localidad cisjordana de Ramallah. La víctima presentaba una herida de bala en el pecho y murió mientras era operada en el Complejo Médico Palestino, a donde también llegaron otros cinco heridos.

Los enfrentamientos tuvieron lugar cerca del paso de Qalandia, al norte de Jerusalén, unas horas después de los choques registrados en la Explanada de las Mezquitas, recinto restringido para israelíes y turistas y a donde entraron decenas de policías so pretexto de perseguir a un grupo de jóvenes que lanzaron piedras contra el puente Mughrabi, que da acceso al lugar. Cuatro palestinos fueron detenidos y veinte resultaron heridos.

También ayer, 500 palestinos y extranjeros se manifestaron para exigir la reapertura de las principales calles de la ciudad palestina de Hebrón, cerradas por el Ejército israelí desde hace años por «razones de seguridad». La calle Shuhada (calle de los Mártires), una de las calles comerciales, fue clausurada definitivamente por el Ejército hace 18 años a petición de colonos judíos en la zona bajo control israelí.

La protesta, que conmemoró el 18 aniversario de la masacre de la Cueva de los Patriarcas, finalizó con enfrentamientos tras la intervención del Ejército.

Por otro lado, Hana Chalabi, una de los 1.027 prisioneros palestinos excarcelados en octubre de 2011 a cambio de la liberación del soldado Gilad Shalit, se encuentra en huelga de hambre desde hace nueve días después de que el pasado 16 de febrero fuera arrestada de nuevo por el Ejército israelí y condenada a seis meses de «prisión administrativa», una figura legal que permite encarcelar sin presentar cargos y en base a pruebas secretas.