SEGUNDA B Sanse
Un rayo de luz tras once semanas en el infierno
El filial txuriurdin renueva sus esperanzas de permanencia tras golear a un rival directo.
Amaia U. LASAGABASTER
Once jornadas ha permanecido en el infierno del descenso -y otras cinco previas en el puesto de promoción- el Sanse. Once semanas esperando un rayo de luz que apareció el sábado tras golear al Palencia.
Victoria de valor doble, no en vano permite también superar a un rival directo en la clasificación y decantar el golaverage del lado txuriurdin, tras el empate de la primera vuelta. Y victoria que viene a refrendar la confianza que, incluso en los peores momentos, ha querido transmitir Meho Kodro a su plantilla, un «equipo joven, y la inexperiencia se paga, pero capaz de ganar a cualquiera. Seguro que iremos subiendo en la clasificación», aseguraba recientemente.
Ya el pasado mes de agosto, cuando arrancó la temporada, se advirtió de que no sería fácil repetir la buena campaña anterior, teniendo en cuenta que algunos de sus principales artífices habían dado el salto al primer equipo -Illarramendi, Cadamuro, Iñigo Martínez o Toño, cuyo camino ha acabado siguiendo también Rubén Pardo- o hecho las maletas -Orbegozo, los hermanos Eizmendi...-, y sus sustitutos llegaban directamente de categoría juvenil. Frente a la inexperiencia de estos, se confiaba en que el equipo ganase en puntería, aunque lo cierto es que los blanquiazules se mantienen entre los menos goleadores del grupo. Apenas seis equipos han celebrado menos tantos y, además, sus principales realizadores -Barcina, Colinas, Iñigo y Ros- ya estaban en el equipo el año anterior.
Ya por aquel entonces, Meho Kodro aseguraba que el fútbol tiene mucho de tendencias y las rachas podrían tener mucho que decir en la situación de su equipo. La bola de cristal del exdelantero bosnio funcionó. Para bien y para mal. Porque el filial donostiarra comenzó la temporada de manera casi inmejorable. Tanto, que en la sexta jornada vencía en Segovia para plantarse en puestos de play-off. Fue un indeseado punto de inflexión porque una semana después, con la derrota a manos del Amorebieta, comenzaba la racha que ha estado a punto de hundir a los txuriurdines. Once jornadas acumularon sin poder levantar los brazos, en las que apenas sumaron tres puntos. Faltó suerte -en momentos puntuales de los partidos y a nivel de lesiones, como las de Morgado, Colinas o Plaza-, pero también juego, y sobre todo resultados, para un equipo que lo pasa especialmente mal en casa. No en vano solo 12 de sus 19 puntos los ha sumado en Zubieta, donde ha llegado a encadenar once partidos -el número maldito, aparentemente- sin conseguir la victoria.
Fondo y vuelta a subir
Llegó entonces un segundo punto de inflexión. Fue en el último partido de 2011, en el derbi de Tajonar, donde Osasuna Promesas llegaba al descanso con un contundente 3-0 en el marcador. Eran muchos los que, pese a los inalterables mensajes de confianza lanzados desde la dirección deportiva del club, veían rodar la cabeza de Kodro. Pero, tras una segunda parte inolvidable, el Sanse acabó haciéndose con el derbi.
Desde entonces ha firmado un más que aceptable mes de enero y, tras el cambio de fichas que supuso la llegada de Isaac Aketxe y la salida de Kenan Kodro, en ambos casos como cedidos, una trayectoria más irregular en febrero que, unidas a la victoria del domingo, le han servido para volver a sacar la cabeza a la luz. Esperanza renovada y sensación de recompensa a «la mejoría que hemos mostrado», aunque Kodro se muestra tan precavido ahora como cuando su equipo miraba la tabla desde abajo. «Todavía no hay nada hecho», recuerda.
No está de más que lo haga. El Sanse se enfrentará en las próximas semanas a rivales de la zona baja -Logroñés, Burgos, Lemona-. Y la obligación de obtener buenos resultados se multiplica, no solo por la rivalidad directa, sino porque la temporada acaba con toda una traca final para los donostiarras: en las cinco últimas jornadas -en ese mismo tramo de la primera vuelta solo pudieron sumar tres puntos- se enfrentarán a tres de los primeros clasificados, Mirandés, Ponferradina y Eibar. Mejor llegar con los deberes hechos, por mucho que el éxito de un filial no esté exclusivamente ligado a la clasificación.
La semana
Empate. Los dos goles de Yuri (Ponferradina) al Lemona le permiten atrapar al frente de la tabla de realizadores, con 14 dianas, a Diego Cervero (Logroñés) y Roberto Torres (Osasuna). El capitán rojillo, que ya se perdió el encuentro de la semana pasada por sanción, tampoco jugó el domingo frente al River tras haberlo hecho la víspera con el primer equipo osasunista. Jon Etxaniz (River), por su parte, asciende al segundo peldaño, con 11 goles, mientras Sendoa (Alavés), Ibai (Bilbao Athletic), Manuel (Osasuna) y Alain Arroyo (Mirandés) acumulan diez.
Enrachados. Jon Etxaniz y David Mainz han entrado en racha goleadora. El ariete del River ha anotado en los tres últimos encuentros (Mirandés, Gimnástica y Osasuna), aunque solo uno de ellos ha servido para que su equipo puntuase. Más efectivos han sido los de Mainz, que también ha marcado, consecutivamente, ante Arandina, Burgos y Guijuelo, por partida doble. El Eibar se lo ha agradecido ganando los tres partidos.
Tendencias. Real Unión y Lemona se confirman como los equipos en peor racha del grupo. Sorprende especialmente lo de los unionistas, incapaces de ganar desde la 15ª jornada -desde entonces han firmado seis empates y seis derrotas-. Peor aún le va al cuadro cementero, que celebró su segunda y última victoria de la temporada en la sexta jornada. Situación diametralmente opuesta a la del Eibar, el equipo que más tiempo acumula en positivo. Concretamente desde la 16ª jornada, cuando cayó en Palencia. Desde entonces ha sumado seis victorias y cinco empates.
Error. Para bien y para mal, Gorka Azkorra fue protagonista en la victoria del Alavés. El delantero vizcaino forzó un penalti que permitió ganar a los suyos, pero después celebró el gol lanzando el balón a la grada. Resultado, quinta cartulina amarilla y baja para el trascendental derbi entre Amorebieta y Alavés. «La he cagado», reconoció Azkorra. No todo son malas noticias para Granero. Jito entrenó ayer con normalidad y es probable que pueda jugar en Urritxe.
La temporada está resultando bastante más plácida para los otros dos filiales. Sobre todo para Osasuna Promesas, que está celebrando sus bodas de plata en la categoría de forma inmejorable.
Para empezar por su situación clasificatoria. Aparentemente superado el bache que sufrió con el cambio de año, el equipo de Merino ha vuelto a remontar el vuelo hasta situarse en la octava plaza, casi a la mitad de distancia de la cuarta -a siete puntos- que del descenso -a trece-. La tranquilidad parece asegurada para el filial rojillo en este final de temporada. Pero es que, además, el Promesas está cumpliendo con su principal cometido: Satrustegi, Torres, Loé y Marcos han tenido minutos, y buenas críticas, con el primer equipo.
Algo que también sucede con el Bilbao Athletic. El caso más evidente es el de Ibai Gómez, que alterna comparecencias con primer y segundo equipo, pero también Jonás y Ruiz de Galarreta han tenido la oportunidad de debutar, incluso en competición europea. A nivel clasificatorio, y aunque la irregularidad se ha convertido en una constante del filial rojiblanco, no parece que vaya a tener el más mínimo problema para mantener la categoría, con un colchón de diez puntos sobre el descenso. A.U.L.