La nueva norma foral que implica el pago de un porcentaje mayor de los ingresos de los jugadores no se aplicará a los contratos ya firmados
Aperribay quiere una fiscalidad similar a la que tenga el Athletic
«Si a la diferencia presupuestaria se añade una diferencia fiscal sería definitivo para acabar con la política deportiva de la Real».
Joseba ITURRIA
El presidente de la Real, Jokin Aperribay, trasmite a GARA que para competir en el futuro con el Athletic para mantener a los mejores jugadores de su cantera resultará necesario que los dos clubes tengan la misma fiscalidad.
En los últimos años la Real ha renovado a sus mejores jugadores pese a que el Athletic puede destinar más del doble de dinero a su primera plantilla. La previsión es que esa diferencia aumentará con el nuevo San Mamés y en la Real preocupa que la Diputación de Bizkaia no ha secundado el cambio aprobado por la de Gipuzkoa para pagar más impuestos los que más cobran.
Hasta ahora los dos territorios tenían una similar fiscalidad para los deportistas de élite. Sus rendimientos de trabajo son considerados irregulares porque solo podrán lograrlos durante un período reducido de tiempo. Por ello, el 50% de sus ingresos quedaban libres de impuestos y solo se tributaba por el otro 50%.
Hasta con ese mismo criterio la Real se sentía perjudicada porque la Hacienda guipuzcoana consideraba renta irregular la ficha y no así los ingresos por variables que tienen casi todos los realistas por el número de partidos jugados, primas y sueldos que eran considerados ingresos regulares. En Bizkaia cotizaban, y cotizan, sobre el 50% del total de ingresos, incluida en esa cifra, los variables, el sueldo y las primas.
Con la nueva norma foral aprobada en Gipuzkoa a finales de año, se fija un límite a los rendimientos irregulares de 300.000 euros anuales. «El exceso sobre el citado importe se integrará al 100%», indica. Eso implica que si un jugador cobraba antes un millón de euros brutos, 500.000 quedaban exentos. Ahora en Bizkaia se mantiene ese criterio y la nueva norma fiscal provoca que a un jugador de la Real le quedarían exentos 150.000 y tendría que cotizar sobre 850.000.
Los efectos no serán inmediatos porque la norma foral aprobada en diciembre recoge una disposición transitoria que permite no aplicarla a los contratos firmados antes del 1 de enero de 2012. Mientras duren esos contratos les será aplicado «el porcentaje de integración del 50% cualquiera que sea su cuantía».
A eso se debe que la Real se apresurara a firmar los nuevos contratos de Xabi Prieto, Elustondo y Agirretxe en los últimos días de diciembre y se espera que se haga una excepción con los de Zurutuza, Markel y Mikel González mientras se toma una decisión definitiva sobre este tema.
La Real calcula que si se aplica la norma en Gipuzkoa y no en Bizkaia, cuando todos los contratos sean nuevos, se pagaría el doble a Hacienda de lo que se haría con el criterio que se sigue en Bizkaia. Y aquí la culpa no es de la Diputación de Gipuzkoa porque su norma es la más justa, sino la del resto de instituciones que hablan de la necesidad de recaudar más y benefician a los que más cobran y graban impuestos de todos los ciudadanos.
Los contratos de imagen
Sobre este tema, Jokin Aperribay trasmite que «la anterior fiscalidad no solo afecta a los jugadores de la Real, sino a todos los deportistas profesionales de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba, que tenían la misma normativa en ese aspecto. En el resto del Estado lo que tienen son contratos de imagen que regulan de forma diferente, porque el porcentaje del contrato que va al de imagen no tributa igual. Eso no se da en Euskadi y no es que sea más o menos beneficiosa, es diferente, pero sí es muy importante para la vida de la Real que la normativa fiscal que se le aplique sea lo más pareja posible a la del Athletic».
Por eso agradece la disposición transitoria que permite que a corto plazo la Real no salga perjudicada porque «si no, la falta de competencia con el Athletic sería brutal. La diferencia entre dos clubes que se dedican a la política de cantera, que somos vascos y tenemos la misma filosofía sería enorme. Si ahora ya es complicado por la diferencia presupuestaria, si además se añade una diferencia fiscal sería definitivo para acabar con la política deportiva de la Real».
Aperribay aclara los aspectos referidos a Hacienda que han surgido en las últimas semanas y recuerda que la Real cumple las obligaciones de un convenio de acreedores en el que indica que Diputación no podía actuar de otra forma que la conversión de gran parte de la deuda en préstamos participativos porque su club «se jugaba la vida. Si no se llega a aprobar ese convenio y la sociedad no tiene patrimonio neto positivo se tenía que haber disuelto».
Quince millones de esa deuda con Diputación corresponden a las dos inspecciones fiscales a las que fue sometida a pesar de que la Real alegó que las suyas eran prácticas habituales de los clubes con los que compite y que, en el caso del IVA, había un permiso escrito de Hacienda.
Por eso Aperribay quiere «aclarar que a la Real no se le ha perdonado deuda, se le condonó una sanción porque entraba dentro de los parámetros legales. El acta por cobrar el IVA al 50% de lo que pagaban los abonados, porque la otra mitad se destinaba a financiar el fútbol base, era una práctica anterior al propio IVA y así se hizo una consulta a la Diputación en 1993 en la que un responsable de Hacienda nos da su conformidad por escrito. Y figuraba en los carnets de los socios. La última inspección fiscal llegó a la conclusión de que la interpretación de la Real no era acorde a la norma y solicitamos la condonación de la sanción y se estimó oportuno».
Lo mismo apunta del caso del IRPF: «La Real practicaba contratos que eran modelos en el resto de los equipos del fútbol español con los derechos de imagen. La inspección concluyó que no era conforme a la norma foral para los guipuzcoanos, pero otros clubes que no somos el Athletic y la Real los siguen haciendo y hay sentencias del Tribunal Supremo que dan la razón en este tema a Sevilla, Barcelona y Atlético de Madrid. Lo que pasa es que esa sentencia no establece lo que marca la norma foral guipuzcoana. Por eso solicitamos la condonación de la sanción». Joseba ITURRIA