Al margen del tópico ese que habla de que los partidos ante rivales directos valen doble, «por el punto que ganas tú y el que no ganan ellos», los enfrentamientos entre las cinco parejas que todavía luchan por las tres plazas de semifinales que quedan en juego tendrán más peso que nunca a la hora de solucionar el monumental atasco que ahora mismo refleja la tabla de la clasificación.

Y es que, ese cambio de reglamentación que tan inadvertido pasó en la presentación del campeonato será clave a la hora de dilucidar el pase a la liguilla. Cabe recordar que, desde este año, el average global de tantos ha cedido peso a la hora de desempatar posibles igualadas a puntos respecto a los duelos jugados entre las parejas implicadas en los empates.

Según los criterios que establece el reglamento del Parejas 2012, «si el empate a puntos se produce únicamente entre dos parejas, ocupará una mejor posición la que presentase un mejor coeficiente de tantos en los dos partidos de la liguilla en que se hubiesen enfrentado».

Si este empate se produce entre más de dos parejas, el primer criterio es el de «la pareja que tenga más puntos en los partidos disputados únicamente entre las empatadas», en caso de persistir la igualada, se tendría en cuenta el coeficiente de tantos entre las parejas implicadas, luego el average general en toda la primera fase y ya en el caso más extremo «la pareja que hubiese obtenido más tantos en el partido perdido que menos tantos hubiese logrado, y de seguir persistiendo el empate, en el siguiente partido perdido que menos tantos hubiese logrado, y así sucesivamente».

Seis antecedentes cada pareja

Hasta el momento, lo único seguro es que Aimar Olaizola-Beroiz ya son matemáticamente los primeros de esta primera fase y que Aspe también tiene segura una pareja en la liguilla, pero quedan por desvelar las identidades de tres semifinalistas. También parece seguro algún empate a puntos, por lo que es buen momento para comenzar a mirar cómo están estos enfrentamientos directos y las posibilidades de cada pareja.

Da la casualidad de que las cinco parejas implicadas en la lucha llevan seis duelos directos disputados y que a todas les quedan, por lo tanto, otros dos antes de finalizar esta primera fase. Hasta la fecha, Titín III-Merino II son los que mejor colocados están, con seis puntos y cuatro duelos directos vencidos. En caso de empatar a puntos, a los riojanos les conviene hacerlo con Bengoetxea VI-Apraiz, a los que les han ganado los dos partidos, o con Irujo-Barriola, a los que ganan el average particular por dos tantos. Les queda jugar con Xala-Laskurain, con los que perdieron 22-16 en la primera vuelta y con Berasaluze VIII-Albisu, a los que dejaron en 20.

Por detrás de la pareja de Aspe estarían Berasaluze VIII-Albisu y Xala-Laskurain, con seis puntos e igualdad de victorias y derrotas en estos enfrentamientos directos. Eso sí, la pareja de Asegarce saldría claramente beneficiada en cualquier empate entre estas dos duplas, ya que el average entre ellas está claramente a su favor, con dos victorias para la pareja vizcaino-guipuzcoana, y además con marcadores claros, 22-9 y 22-12. Tienen que enfrentarse todavía con Titín III-Merino II y Martínez de Irujo-Barriola, con los que perdieron en la primera vuelta, y con Bengoetxea VI-Apraiz pierden el average particular por 3 tantos.

En el caso de Xala-Laskurain, evitando los empates con Berasaluze VIII-Albisu, les queda enfrentarse con Titín III-Merino II y contra Bengoetxea VI-Apraiz, parejas a las que ya se impusieron en la primera vuelta de esta primera fase, mientras que tienen ganado el average a Martínez de Irujo-Barriola por una diferencia de 4 tantos.

Teniendo que medirse todavía a Irujo-Barriola -les ganaron en la primera vuelta 22-15- y Xala-Laskurain -perdieron 22-12-, Bengoetxea VI y Apraiz son los más perjudicados en caso de empate, ya que solo han ganado dos duelos directos hasta ahora. Eso sí el average les favorece ante sus compañeros de Asegarce.

Irujo-Barriola parten con un punto menos y los empates tampoco es que les beneficien mucho, ya que tienen el average perdido -a igualdad de victorias- con sus compañeros de empresa y deben dilucidarlo ante las dos parejas de Asegarce.