El Partido del Congreso, la formación política que gobierna India, ha sufrido un serio varapalo en las elecciones celebradas en el último mes en los estados Uttar Pradesh, Goa, Punjab y Uttarkhand, aunque, según los resultados provisionales difundidos ayer parece que va a ganar y gobernar el solitario en Manipur.

Rahul Gandhi, «heredero» del clan Nehru-Gandhi confiaba en un triunfo de su partido en estos cruciales comicios, en los que los electores dieron también la espalda a la principal líder intocable de India, Mayawati, que perdió el dominio de su bastión regional, Uttar Pradesh, y que durante su mandato ha sido objeto de críticas por la corrupción y su gusto por el lujo, a pesar de ser considerada un icono de los desposeídos.

El Partido del Congreso ha sido el cuarto más votado en Uttar Pradesh, el estado más importante y poblado del país que se ha convertido en los últimos meses en un tablero de batalla político, donde venció el Partido Samajwadi (socialista), la formación que más candidatos con causas penales pendientes ha presentado. Esa victoria significa que Mulayam Singh Yadav será el ministro principal por un cuarto mandato no consecutivo.

El clan Gandhi se había volcado en ese estado, hogar tradicional de la familia, donde Rahul Gandhi había intensificado su campaña con el fin de lograr 65 escaños, aunque se ha quedado con 29 de los 403 en liza.

Rahul Gandhi es hijo de la líder del Partido del Congreso, Sonia, y del ex primer ministro ejecutado Rajiv Gandhi, y casi todos en India creen que será el próximo primer ministro del país si su partido y sus aliados se mantienen en el poder tras los comicios generales de 2014.

«Lo hemos hecho bien, pero los resultados no son buenos. Nuestros fundamentos han sido débiles», se lamentó ante los medios de comunicación.