La cu�ada de I�aki Urdangarin, Letizia Ortiz, estuvo ayer de nuevo de visita por Nafarroa. En esta ocasi�n la llevaron a un centro de FP en Imarkoain, especializado en energ�as limpias. En las fotos, aparece con su traje chaqueta habitual, junto a Yolanda Barcina y Jos� Iribas, haciendo que le interesa la maqueta de un molino generador de electricidad.

Pero el colmo del peloteo se lo llev� ayer el parlamentario de UPN Sergio Sayas, que en Twitter proclam� que la visita de la experiodista Letizia era �un respaldo a la calidad educativa en Navarra�.

Quiz�s Sayas mantenga sus palabras tras visitar ayer por la tarde la ikastola Ibaialde de Lodosa como parte de la delegaci�n del Parlamento que acudi� a conocer la situaci�n de este centro, que estuvo a punto de cerrar las puertas por su precaria situaci�n econ�mica y que si sigue vivo es por la solidaridad euskaltzale. Eso s� que es �calidad educativa navarra�.

Mientras Jos� Iribas estaba ejerciendo de anfitri�n con Letizia Ortiz, decenas de estudiantes navarros comparec�an en la plaza de los Burgos de Iru�ea para denunciar que el consejero de Educaci�n ha hecho caso omiso a la propuesta que presentaron hace tres meses para avanzar hacia un modelo p�blico de ense�anza de calidad. La respuesta ha sido recortes y mayor control del alumnado. �Calidad educativa navarra�.

Y si este a�o ha habido recortes en educaci�n, sanidad, euskara y muchos �mbitos, para el a�o que viene se anuncia m�s de lo mismo. Y eso que parece que al consejero �lvaro Miranda le da igual que Madrid le diga que tiene un d�ficit del 1,8% que uno del 1,3%. Si Madrid dice que tiene que haber m�s recortes para bajar todav�a m�s el d�ficit, Miranda responde preguntando hasta d�nde. �Calidad educativa navarra�.

Los recortes empiezan ya a afectar hasta a los equipos deportivos de �lite. Las jugadoras del Itxako llevan meses sin cobrar a pesar de que no les pueden achacar falta de productividad. Est�n a punto de volver a ganar la Liga femenina de balonmano y peleando por mantenerse vivas en la Champions. A pesar de ello, no tienen el reconocimiento que merecen. Ni el 8 de marzo.