Los alardes tradicionales de Irun y Hondarribia -en los que sólo se permite a las mujeres desfilar como cantineras- anunciaron ayer la puesta en marcha de un plan de seguridad para minimizar situaciones de riesgo en el transcurso de ambas celebraciones y extremar la precaución en los lugares designados para las descargas y las salvas.

El proyecto se ha desarrollado durante los seis últimos meses, después de que el pasado 8 de setiembre una espectadora que presenciaba el desfile en un balcón de Hondarribia resultase herida -falleció dos días más tarde- por el impacto del taco de un cartucho disparado en un lugar no permitido.

El general del Alarde de Irun, Iñaki Arruabarrena -que este año se estrena en el cargo-, y el burgomaestre del desfile de Hondarribia, Patxi Goikoetxea, presentaron el fruto de este trabajo, que se comenzará a aplicar este año. Un grupo de trabajo formado por siete integrantes de ambos colectivos se ha encargado de buscar información, actualizar la ya existente y redactar el plan, estableciendo un protocolo de actuación para las compañías.

De esta forma, además de «cumplir con las normativas legales vigentes» en materia de seguridad, pretenden «erradicar» los disparos fuera de los lugares autorizados para las descargas y «perseguir y expedientar» las situaciones que originen «peligro» por parte de los participantes, explicó Patxi Goikoetxea.

«Todo ello será recogido en las ordenanzas de ambos alardes y de las compañías», añadió el burgomaestre de Hondarribia, quien manifestó que esta información «la tendrán que conocer las personas que desfilen y deberán suscribirla para su cumplimiento».

Censo de escopetas

Iñaki Arruabarrena indicó que se aprovechará la puesta en marcha del plan para actualizar el censo de escopetas. Para ello, las comisiones de las distintas compañías se pondrán en contacto con los soldados que participan con escopeta para poner al día sus datos.

«Queremos aprovechar la ocasión para actualizar el censo de escopetas de las compañías, por lo que hacemos un llamamiento a los soldados para que cuando desde las diferentes comisiones se pongan en contacto con ellos faciliten todos los datos que se les pidan de sus armas de fuego», señaló el general de Irun.

Desde la página web de Alarde Fundazioa se recordó «en el caso de las escopetas de caza es necesario contar con el permiso correspondiente y una guía -número de identificación de la escopeta-, mientras que en el caso de las escopetas Remington -de fogueo- basta con el número de DNI».

Por su parte, quienes dispongan «de un arma que haya sido inutilizada necesitarán contar con el correspondiente certificado» y los que desfilen en los alardes «con escopetas no operativas, solo tendrán que comunicar el tipo de arma que portan: réplica, madera,...».