La insurgencia siria teme otra ofensiva militar del régimen
Los insurgentes sirios han alertado de la posibilidad de que el régimen de Bashar al Assad lleve a cabo una ofensiva militar de envergadura, esta vez en la provincia de Idleb, fronteriza con Turquía, tal y como ocurrió en el barrio de Bab Amro en Homs. Mientras, Siria espera hoy la llegada del emisario internacional Kofi Annan, que se reunirá con Al Assad y la oposición para tratar de lograr un alto el fuego.
GARA | DAMASCO
En la provincia de Idleb, una región montañosa en el noroeste del país, las fuerzas del Gobierno de Bashar al-Assad han comenzado a tomar varias localidades y hace varios días que desplazan refuerzos para acabar con los focos rebeldes. Los activistas contra el régimen temen una operación de envergadura inminente, similar a la que el Ejército llevo a cabo en el barrio de Bab Amro, en Homs, cuyo control consiguió después de semanas de asedio y bombardeos.
«Tememos una operación como en Bab Amro y no un asalto normal», indicó a France Press Rami Abdel Rahman, dirigente del opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Milad Fadl, militante de la Comisión General de la Revolución Siria, aseguró que numerosos tanques y soldados se han concentrado en el distrito de Jabal al-Zauia, en la provincia de Idleb. «El mayor número de desertores se encuentra allí», explicó.
Annan con Al Assad
Mientras tanto, el enviado de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, se reunirá hoy con el presidente sirio, Bashar al Assad, en el marco de su visita a Damasco, según adelantó el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon.
Annan también se verá con representantes de la oposición antes de abandonar Siria mañana. El enviado de los países árabes y la ONU ha reclamado desde su nombramiento una solución negociada al conflicto sirio. Sin embargo, la disidencia ha descartado cualquier diálogo con el régimen de Al Assad.
Ayer Annan se entrevistó en El Cairo con el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, y con los ministros de Exteriores de varios países árabes.
También China, que se ha ofrecido como mediadora en el conflicto, ha enviado a Arabia Saudí, Egipto y al Estado francés un emisario, Zhang Ming, encargado de explicar la postura de Beijing que, como Moscú, se opone a una intervención extranjera en Siria y a una condena del régimen.
En este mismo sentido, Rusia reiteró su oposición a nuevo proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU, preparado por Estados Unidos. «No podemos estar de acuerdo con este proyecto de resolución en su forma actual. El texto es desequilibrado», declaró el viceministro de Asuntos Exteriores, Guennadi Gatilov.
El nuevo texto exige al Gobierno sirio que cese inmediatamente toda violencia y llama a la oposición siria a que «se abstenga de toda violencia» en el caso de que el Gobierno acepte la primera demanda de la resolución.
No obstante, el Departamento de Estado de EEUU afirmó que no era muy optimista sobre la posibilidad de que la resolución salga adelante.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirmó que «he pedido enérgicamente a Annan que se asegure de lograr un alto el fuego inmediato», durante la visita a Siria, y en la que hoy se entrevistará con Bashar al Assad. Annan pedirá un alto el fuego simultáneo a las autoridades y a los insurgentes, pero, de no ser posible, Ban Ki-moon dijo que «las fuerzas del Gobierno deberían ser las primeras en detener los ataques».
Annan también ha anunciado una visita a los campos de refugiados en el sur de Turquía, donde han huido unas 12.000 personas desde marzo del año pasado. Al menos 25.000 refugiados han abandonado Siria desde esa fecha, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Después de la deserción política del viceministro sirio de Petróleo, los abandonos de alto nivel en el régimen de Damasco continuaron ayer. Diez oficiales de alto rango desertaron y se refugiaron en Turquía, entre ellos cuatro generales y dos coroneles que se encontraban destinados en Damasco, Homs y Latakia, según la agencia turca Anatolia. Un responsable de la oposición siria en París, Fahd al-Masri, afirmó que otros cuatro altos oficiales también habían seguido el mismo camino. «En total, seis generales de brigada, cuatro coroneles, un teniente coronel, un comandante y una teniente han desertado en las últimas 48 horas y se han refugiado en Turquía», aseguró Masri, miembro del denominado Consejo Superior Militar Revolucionario. Varios de ellos llegaron desde Idleb, donde Damasco prepara una gran ofensiva, según la misma fuente. Los oficiales mostraron su intención de unirse al Ejército Libre Sirio, que combate al Ejército de Al Assad. Pero según los insurgentes, las deserciones deberían ser más importante en número y grado para afectar a un Ejército muy fiel al presidente. «Las deserciones no podrán tener peso suficiente hasta que brigadas y divisiones enteras con millares de soldados y funcionarios, abandonen al Ejército», afirmó Masri. «Eso no llegará mientras la comunidad internacional dude en imponer un embargo aéreo y armar a los rebeldes», añadió.
Mientras, los bombardeos se intensificaron ayer y, como consecuencia, al menos 77 personas murieron en distintas localidades, según la oposición, que detalló que 28 personas murieron en Idlib, incluidas 20 durante una masacre en Ain Larouz. GARA
