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Se repite el debate en el «Botxo»

Rotaciones, ausencias, cansancio...

Muniain, el rojiblanco de campo con más minutos en sus piernas, reconoce que «es complicado estar cada tres días con ese hambre de ganar partidos», pero niega que el cansancio físico les esté haciendo mella. El once tipo del equipo no se repite desde el 15 de enero.

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Joseba VIVANCO

«Después de bailar al Man Utd ida y vuelta, ¿qué carajo les importa a los vascos este partido? ¡¡Deben haber estado de joda por 3 días!!», se decía ayer con humor en un foro de internet de fútbol argentino tras la abultada derrota 0-3 de los de Marcelo Bielsa ante el Valencia. Pero en el día después, aquí se habló mucho sobre la falta de Llorente ¯ayer ya trotó por Lezama- sumada a la de Toquero, sobre el cansancio ya sea físico o mental de los jugadores, incluso sobre la necesidad de rotar o hasta de `centrarse' en las competiciones con más posibilidades, o sea, Copa y Europa League.

Debates, disquisiciones, controversias, dimes y diretes por parte de cada entrenador que llevamos dentro. La realidad, la terca, es que el Athletic suma una cifra de partidos esta campaña de equipo Champions, y baste apuntar que, si llegara a la final de la Europa League del 9 de mayo, le restarían desde ahora 17 partidos más. Brutal.

En febrero del pasado año, el técnico madridista José Mourinho dijo aquello de «mis jugadores no están acostumbrados a jugar cada tres días», porque venían de años en que caían en Copa y en Europa a primeras de cambio. Y era el Madrid.

En la página web del laureado técnico Rafa Benítez encontramos un artículo sobre la necesidad de las rotaciones, filosofía que durante años él abanderó, tanto en el Valencia como el Liverpool. Ahí se da cuenta de argumentos como que el riesgo de lesión en un partido es del 10%, y de entre un 30-40% en el siguiente encuentro si este se juega dentro de los tres días posteriores al primero.

En el caso del Athletic de Bielsa, a estas alturas de temporada y esfuerzo, Llorente y Herrera son los jugadores -piezas básicas, eso sí- a quienes más tocados se les ve. Sorprende, en cualquier caso, que no haya más pacientes en la enfermería de Lezama, y no hace mucho el jefe de sus servicios médicos, Josean Lekue, informó de que la cifra de lesiones musculares ha bajado a la mitad esta temporada.

Partido cada tres días

Otra razón que argumenta Benítez es el descenso del rendimiento físico. Hay estudios que reflejan que la distancia total que recorre un jugador pasa de 10.695 metros el primer encuentro a 10.493 en el tercero, y otro tanto con aquellos metros recorridos de una intensidad alta o incluso al sprint. El Athletic, no lo olvidemos, está jugando casi cada tres días, como la pasada semana, como en esta, como la siguiente, como la que viene, como la otra...

Ayer, compareció en sala de prensa, tras el entrenamiento en Lezama, el jugador que más minutos suma en Liga este curso, Iker Muniain -gracias a la expulsión de Andoni Iraola-, y eso a sus solo 19 añitos. «No nos pasan factura los partidos, no hay cansancio. El equipo corre como perros, no es culpa del cansancio», quiso zanjar cualquier atisbo de culpa a ese exceso de kilometraje la derrota del domingo. Un mensaje que un jugador tras otro se encarga de enfatizar cada vez que se les pregunta. No hay cansancio... al menos físico.

El propio delantero navarro reconoció, no obstante, que «sicológicamente es complicado estar cada dos o tres días con ese hambre de ganar partidos». Aclaró a renglón seguido que «gracias a Marcelo Bielsa hemos mejorado mucho y somos mucho más ambiciosos, peleamos cada partido como si fuera el último», lo que no es óbice para reconocer, como hizo, que el cansancio mental empieza a hacer mella en los jugadores.

Mantener el nivel competitivo en esa faceta tras partidos como los jugados contra el United resultada muy complicado.

El once tipo no tan tipo

El partido contra el Valencia de Unai Emery fue el choque de este curso en el que más incapaces se les vio a los leones. Un encuentro que llegaba con un `subidón' parecido al de la visita del Málaga, pero en aquel se tuvo la suerte de cara; incluso al del Reyno de Navarra, donde el equipo sí mantuvo el tipo, a pesar de la derrota. Pero contra los chés ni acompañó la fortuna, ni las ideas, ni las fuerzas.

Parte de la culpa -no por Bielsa, que lo negó- se achacó a las ausencias, que las había. Curiosamente, tanto hablar de que siempre juegan los mismos, el once tipo del Athletic que ya todos se saben de memoria no juega en Liga desde el 15 de enero pasado, ante el Levante. Desde entonces, ni ante Madrid, Rayo Vallecano, Espanyol, Betis, Málaga, Villarreal, Real Sociedad, Osasuna y Valencia. Y ante el Atlético este miércoles, tampoco, porque faltará fijo el capitán Iraola. Sí han saltado al césped de inicio en Copa y en Europa, la última vez ante los red devils en San Mamés.

Susaeta es el único jugador de campo que ha jugado en los 27 partidos de Liga y Muniain el que más minutos suma, 2.149. Iraola, De Marcos y el propio Susa están también por encima de los 2.000 minutos.

No han sido rotaciones propiamente dichas, sino cambios obligados por lesiones o sanciones, sobre todo estas últimas, ya que el Athletic suma y suma cartulinas amarillas como no hacía temporadas; por cierto, está entre los tres equipos que más rojas han visto, 7, empatado con Sevilla y Granada.

Con poco fondo de banquillo

Bielsa deposita su mayor coinfianza en un bloque predeterminado. Aquellos que saben de memoria los mecanismos, no solo del sistema, sino de su estilo de juego. Quizá el problema radique en si el argentino cuenta con un fondo de banquillo a su gusto. Sin problemas para tapar agujeros en defensa, está claro que más allá de Toquero -o puntualmente Ibai-, hoy por hoy el entrenador argentino no ve ni tiene un revulsivo para desatascar un partido enredado o revolucionar un partido cuesta arriba. Como tampoco dispone, en ausencia de Gurpegi, de mucho donde elegir en la zona ancha si algún fijo de cae: Iñigo Pérez cada vez está más relegado a solo 45 minutos, y es evidente que David López, y menos Gabilondo, no son de su gusto.

A lo anterior se suma que Bielsa, por ahora, parece reticente a echar mano de cachorros para darles minutos, cosa que podía haber hecho este domingo con algún delantero de los filiales. Pero ni eso. Los rojiblancos por algo son el equipo de Primera que menos jugadores ha utilizado.

Marcelo Bielsa se mantiene fiel a sus principios, irrenunciables principios. Si con esta filosofía consigue llegar a final de temporada con el mismo nivel de juego y derroche físico que hasta ahora, está claro que habrá echado por tierra muchos mandamientos del fútbol, entre ellos los de su colega Rafa Benítez. Quién sabe, quizá por algo le digan el Loco.

iker y su patada a una bolsa del imq

«Algún gesto que tuve fue debido a las altas revoluciones que se juegan los partidos, y más los encuentros como el de ayer. Eso duele y te calienta mucho», justificó Muniain su patada a una bolsa del IMQ en el partido del domingo.

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