Una tesis confirma que los patrones sexistas perviven en las nuevas familias vascas
Raquel Royo ha comprobado que las desigualdades relacionadas con el trabajo doméstico se mantienen en las nuevas familias vascas. En su tesis, presentada como libro ayer en la sede de Emakunde, la autora evidencia la presencia de «inercias de género» en los hogares de la CAV.
Ion SALGADO | GASTEIZ
Los patrones de desigualdad vinculados al trabajo doméstico, propios de épocas pasadas, se mantienen en la nuevas familias vascas. Así se evidencia en el libro «Maternidad, paternidad y conciliación en la CAV», una publicación donde se estudia la conducta de cincuenta parejas formadas por dos personas trabajadoras y con estudios.
Según explicó ayer la autora del libro, Raquel Royo, que ha basado el mismo en su tesis doctoral, en las familias analizadas se observan ciertas «inercias de género» que fomentan el desarrollo de una conducta desigual en el ámbito doméstico. A su parecer, dichas inercias dan pie a la creación de una «doble jornada» para la mujer, que trabaja fuera y dentro del hogar.
Royo sostiene que el mantenimiento de ciertos roles tradicionales, basados en principios patriarcales, provoca un «sentimiento de culpa» por trabajar fuera en algunas mujeres y crea un desinterés masculino por el desempeño de ciertas labores consideradas socialmente femeninas -caso de la limpieza-. No obstante, la autora considera que los roles sexistas pueden desaparecer si se establecen unos cambios que «pongan en el centro del sistema la vida y no la producción económica».
Además, ayer la sede de Emakunde acogió la presentación de otras dos obras, una vinculada a la formación del profesorado y otra relacionada con la cárcel de mujeres de Saturraran. En la primera, titulada «Generoaren tratera irakasleen formazioan» (Tratamiento del género en la formación del profesorado), se evidencia que la idea de mujer como cuidadora de terceros se mantiene viva en la sociedad actual.
En opinión de Pilar Aristizabal, autora de la publicación, la idea de cuidadora condiciona tanto la elección de una carrera universitaria como el transcurso de la misma. Para demostrar su hipótesis, investigó la elección formativa de alumnas y alumnos de la Escuela Universitaria de Magisterio de Gasteiz, donde comprobó como las chicas optaban más por especializarse en educación infantil, basada en el cuidado de niños; mientras ellos preferían asignaturas vinculadas con la formación física.
En cuanto al estudio sobre la situación de las mujeres presas en la cárcel de Saturraran, Ander León (coautor) explicó que el libro muestra como, a comienzos del franquismo, los fascistas decidieron «aniquilar a las mujeres en particular». «Se las castigaba por ser militantes contra el régimen o por ser pareja, madre o familiar», subrayó.
La tesis de Royo toma como referencia familias urbanas en las que ambos cónyuges trabajan y cuentan con estudios superiores. Familias de clase media que mantiene roles propios de épocas pasadas.
León explicó que en la cárcel de Saturraran las entidades franquistas llevaron cabo diferentes procesos de adopción irregulares. Tal como afirmó, en aquella prisión se pudo crear el «embrión» del robo de bebés.