Algunos sectores de la oposición de Ecuador buscan un candidato común para disputar la Presidencia al mandatario Rafael Correa en las elecciones de 2013, pero los analistas creen difícil el acuerdo entre grupos de diferente ideología, como ha ocurrido en Venezuela.

Mauro Cerbino, experto en comunicación política de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, estimó que el aglutinamiento de la oposición es «una estrategia necesaria, considerando el fuerte liderazgo y las altas probabilidades de ser reelecto» que tiene Correa, que aún no ha confirmado si se presentará a la reelección. Pero a su juicio, la oposición «no lo tendrá fácil» para encontrar un candidato común, que debería ser alguien «con un gran recorrido mediático» pero a la vez una cara nueva, porque en la opinión pública «aún hay un discurso fuerte» contra los partidos y políticos tradicionales.

Cerbino no ve viable que en Ecuador se unan fuerzas de izquierda y de derecha en torno a un candidato común, como ha ocurrido en Venezuela, donde toda la oposición respalda a Henrique Capriles frente al presidente, Hugo Chávez, para los comicios de octubre de este año.

En Ecuador han apoyado la idea de un candidato común Lucio Gutiérrez, expresidente del país y líder del partido Sociedad Patriótica, y Gustavo Larrea, exministro de Correa ahora en la oposición. En cambio, el hermano del presidente, Fabricio Correa, lo considera «poco viable».

«Desgraciadamente en Ecuador siguen primando intereses particulares, yo he conversado con algunas tiendas (políticas) y ninguna manifiesta la intención de aunar fuerzas», señaló la semana pasada tras entregar al Consejo Nacional Electoral las firmas para inscribir a su movimiento político en las elecciones, un paso previo a presentar su candidatura.

El diputado independiente César Rodríguez, que hasta 2011 perteneció a Alianza País, ha sugerido como candidato único al prefecto de Azuay, Paúl Carrasco, de Izquierda Democrática, en cuya opinión, esta candidatura única se debe construir desde la izquierda, pero tiene que englobar a otros sectores porque si no «irás a gobernar desde la izquierda, pero no podrás construir gobernabilidad ni procesos sostenibles a largo plazo». Según Carrasco, la construcción de un modelo de Estado que «garantice la equidad y la justicia» requiere de un diálogo amplio, que incluya al empresariado, los indígenas, los ecologistas y las organizaciones populares. Sea como fuere, sostiene que «no es momento de hablar de candidaturas, para no dar opción al Gobierno de que diga que es una medida proselitista y electoral».