David contra Goliath. Así se presenta el duelo entre el CSKA de Moscú y Gescrap Bizkaia Bilbao Basket. Aunque en las filas bilbainas haya jugadores como Grimau, que saben lo que es ganar la Euroliga, o gente como Fischer o Vasileiadis, que han estado en alguna Final Four, es cierto que el conjunto vizcaino afronta, en principio, el cruce de cuartos más desigual, ya que se enfrenta al principal favorito para llevarse la Euroliga.

Con 15 victorias y una sola derrota con 86,2 puntos a favor de media, 71,5 en contra, con cuatro jugadores -Kirilenko, Krstic, Teodosic y Shved- por encima de los 10 tantos por partido, y «tapados» como Gordon, Khryapa o Siskauskas, Rafa Pueyo es sincero. «Ellos tienen un equipo de mayor potencial, pero -advierte- nosotros también tenemos jugadores de gran nivel, y no dejaremos que haya ni un cartucho por quemar».

Ante todo, hay que ser uno mismo. En eliminatorias como esta se suele hablar mucho del potencial del rival, pero lo peor que puedes hacer es ir con miedo porque estás pensando en exclusiva en ellos. Hay que ser fiel a los que nos ha llevado a este play off, y jugarle al CSKA de Moscú cara a cara.

Por eso, debemos tratar de jugar a campo abierto y en transición. Vamos a intentar ser fieles a eso, aunque sabemos la dificultad, porque ellos tienen un equipo muy grande que hará que no podamos dominar el rebote para poder correr. A nivel defensivo, vamos a intentar sorprenderlos sin tenerles miedo. Saldremos a defender arriba, evitando a toda costa canastas fáciles en la pintura y no a protegernos. Que no tengamos miedo a hacer faltas y que no queden faltas por hacer.

Hay que mejorar la ejecución y la velocidad del ataque estático. Ellos no tienen una defensa muy agresiva, pero sí muy atlética. Ocupan mucho espacio, con brazos muy largos... Eso hace que muchos rivales les tengan miedo por su envergadura dentro de la zona.

En el juego posicional, es vital mantener buenos espacios para agrandar el campo, y ejecutarlo con mucha velocidad. Si juegas estático contra ellos les facilitas la labor, porque ellos, por las características físicas que tienen, cambian continuamente de asignación defensiva -con Khryapa, Kirilenko, Gordon...-. Muchos equipos se paran contra eso. Nuestra idea es seguir jugando y no pararnos ante esas dificultades.

El ataque del CSKA se distingue por su sencillez y «alegría». El entrenador Jonas Kazlauskas, ganador de la Euroliga con Zalgiris Kaunas en 1999, lo tiene claro: cuanto mayor sea la calidad de la plantilla, más sencillo juega. Su calidad ya se encarga de encontrar las ventajas.

Tienen muchas opciones: tiradores como Siskauskas o Teodosic, muy buen juego interior con Lavrinovic, Krstic, Kaun... y a un Kirilenko que siempre echa una mano en todo: defiende, roba balones, rebotea, mete tiros abiertos... que es, en suma, el MVP de la Euroliga y, además, creo que aún no se ha mostrado a su 100%. Un equipo muy completo con muchas virtudes.

Reparten y pasan muy bien el balón. El CSKA, cuando le van bien las cosas, no es nada egoísta. No hay a nadie que anote 20 puntos por partido -Krstic es el máximo encestador, con 14,7 puntos de promedio-, aunque algunos jugadores podrían hacerlo. Juegan con los pívots, con aleros como Khryapa, con Teodosic a partir del pick'n roll central y los otros bases como Gordon o Shved, que son muy buenos en el uno contra uno... Cualquiera de ellos tiene sus opciones de anotar, pasando bien el balón y sin complicarse: ¿Que Krstic hace daño al poste bajo? Pues lo buscan. ¿Que Teodosic está en racha? Que tire... Y además volvemos a Kirilenko, que parece que no está, pero siempre aparece.

La cuestión es que, las veces que no les van bien las cosas, empiezan a tomar decisiones de forma individual y más precipitada. Para conseguir eso, tenemos como referencia nuestro primer partido de play offs del año pasado ante Valencia Basket, que nos ganó fácilmente en Liga Regular -y estuvo a punto de jugar la Final Four-. Ellos eran un equipo muy físico y agresivo, pero nosotros conseguimos serlo aún más. Si vas a esperar al CSKA, o si juegas con dudas y miedo, es imposible.

En ese sentido, cabe realizar «trampas» defensivas, pero pocas. Al final, si dices que quieres «ser tú mismo» y te lías con esas zonas, zonas press, mixtas... mal vas, porque denota que no crees en realidad en lo que has venido haciendo hasta ahora. Algo puedes haber preparado, pero no demasiado, porque debemos ser fieles a las cosas que nos han hecho llegar hasta aquí y, además, con la calidad que tiene el CSKA, te pueden romper esas trampas defensivas con un tiro inesperado o un pase más.

Fuera dudas. Pérdidas y control del rebote. Tenemos que ser agresivos siempre y jugar con fe. Por eso, no podemos renunciar a ningún tiro claro, aunque sea en los primeros segundos de posesión, porque luego tal vez no habrá opciones de tiro, y porque esas dudas nos pueden generar pérdidas -Vorontsevitch, Kirilenko, Khryapa, Sh ved... Brazos largos, mucha envergadura, ayudas y recuperaciones- y ellos también juegan muy a gusto a campo abierto y en contraataque, donde se muestran como unos grandes atletas. Jugando alegres y convencidos seguro que tenemos menos pérdidas que si jugamos temerosos.

Y luego toca cerrar el rebote para poder correr. Claro, ellos cargan mucho el rebote de ataque con sus aleros, y cerrarlo será tarea de todo el equipo. Pero en primer lugar, hay que provocarles un mal porcentaje de tiro, porque como las metan, no habrá pelea por los rebotes.

Competir a tope, pero disfrutando. Al final, cuando el equipo ha tenido retos -Fenerbahçe, Baskonia, Real Madrid, Siena, Unicaja...-, los ha superado. Pero claro, este es un reto superior. Va a ser necesaria esa motivación extra que nos da este tipo de partidos y bueno, habrá que estar muy concentrados. Al final, vamos a competir contra ellos y a esperar que ellos quizás no nos respeten lo suficiente y estén algo más relajados.

Pero, por otro lado, creo que hay que disfrutar, y malo sería que no fuese así. Es muy bonito haber llegado hasta aquí, y aunque vamos a competir al 100%, tenemos que disfrutar al máximo de esta experiencia.