Raimundo Fitero
Don Vito
Se cumplen cuarenta años de la primera película de la trilogía shakesperiana narrada con personajes de la Mafia, es la excusa para que nos vayan vertiendo en todos los canales, revisiones de pasajes, personajes, mitologías, escenas cumbres, evoluciones de actores, opiniones sobre ese mundo que ha proporcionado a la historia del cine y de la humanidad una visión del sistema mafioso que ha logrado calar de una manera ejemplar.
«El Padrino» es la contrarreforma liberal. Es la mirada al capitalismo desde la parte más arisca. Una concepción de la sociedad a base de fuerza, pactos, violencia y chantajes. Un modelo de estado sin bendecir, pero bendecido desde todos los puntos de vista por amplios sectores sociales, políticos, jurídicos, periodísticos, religiosos y policiales.
En medio de estos recuerdos de unas películas realmente magníficas, a una lección de cine, de una saga que sigue siendo un peliculón, una tragedia, un drama, una mirada convulsa a un mundo convulso, pero tan reconocible y cercano. Mientras, en paralelo, en lo que se nos vende como actualidad, tenemos noticias de sentencias a ejemplar expresidente de comunidad autónoma y exministro, conchabado con miembros de la casa real, que es condenado por corrupción a seis años de prisión. Mientras en otra esquina, otros políticos, de otro grupo mafioso, con amparo de partido, da muestras de las mismas actitudes de depredación de los dineros públicos para el reparto privado.
Y como culminación de esta sensación de que don Vito Corleone es un buen ejemplo de padre, hermano, tío, encargado y jefe, es que en Italia acaban de detener a cuarenta y tantos miembros de un grupo mafioso operativo a la vieja usanza, y entre ellos han caído nada menos que dieciséis jueces. Aplausos generales. «Los Soprano» han sido la gran y esplendorosa serie televisiva del género sobre la Mafia, que es una de las mejores maneras de entender este mundo horrible en el que vivimos. ¿Estas películas y series están patrocinadas por las propias familias mafiosas para hacerse propaganda? Podría ser, al igual que los bancos patrocinan campañas de ayuda al tercer mundo, mientras lo esquilman.